Horror en un departamento: mataron de 34 puñaladas a un psicólogo y lo prendieron fuego

Los vecinos llamaron a los bomberos por un incendio y los oficiales encontraron algo impactante. Un cuerpo yacía ensangrentado en una cama. Se cree que el presunto asesino intentó quemar el lugar para borrar las huellas

La ciudad de Rosario no recuerda un crimen de semejante violencia personal. El cuerpo calcinado de un psicólogo fue encontrado en su departamento. Antes, había recibido 34 puñaladas. Los investigadores creen que, tras el ataque, el asesino incendió la vivienda para borrar evidencias.

Fuentes policiales relataron que el hecho se registró en un inmueble céntrico. Alertados por los vecinos, los bomberos acudieron al lugar y, después de controlar el fuego, hallaron sobre la cama de un dormitorio el cadáver de un hombre, luego identificado como Daniel Javier Santana, de 47 años.

Inicialmente se creyó que el individuo había muerto quemado tras haberse quedado dormido con un cigarrillo encendido, que podría haber originado las llamas. Sin embargo, los peritajes forenses practicados luego sobre los restos determinaron que tenía signos de haber sido atacado a puñaladas. Y no presentaba una herida, sino más de treinta ubicadas en las manos, la cara y el cuello, según los especialistas.

Aún se aguardan los resultados de la autopsia para confirmar la causa verdadera de la muerte, añadieron los pesquisas. La hipótesis principal de los investigadores es que el psicólogo fue asesinado y luego el o los atacantes prendieron fuego el colchón para provocar un foco ígneo que ocultara el crimen.

El incendio provocó pánico entre los habitantes del edificio, que decidieron autoevacuarse al detectar el humo. Algunos se refugiaron en la terraza de la construcción, que tiene diez pisos. En las corridas para salir del lugar, presa del pánico, una mujer de 70 años se cayó por las escaleras y sufrió lesiones en las piernas, por lo que fue trasladada a un sanatorio privado.

La fiscal de Homicidios Dolosos ordenó el secuestro de las cámaras de seguridad de la zona, como parte de las medidas que apuntan a determinar quiénes ingresaron y salieron del edificio.