La Justicia absolvió a un hombre acusado de haberle dado una paliza a su hermana
Así lo resolvió la jueza Claudia Greco con base en el “beneficio de la duda”. Los hechos habrían ocurrido en julio del 2017 en una casa de Tolosa.
La titular del Juzgado Correccional n°4 de La Plata, Claudia Greco, absolvió a Rubén Iriart, quien había llegado a juicio acusado por haberle dado una golpiza a una de sus hermanas en una residencia ubicada en Tolosa.
De acuerdo con la denuncia de la mujer, el 1 de julio del 2017 Miriam Iriart estaba de visita en la casa de su madre y hermana en una vivienda ubicada en 512 entre 3 bis y 4, cuando el acusado y otra mujer le propinaron golpes de puño en todo su cuerpo, provocándole lesiones.
La denunciante relató que había aprovechado que su pariente hombre se encontraba en el trabajo y concurrió a ver a su progenitora y a otra hermana, quienes actualmente están fallecidas. Al llegar al domicilio, fue recibida por la enfermera que las cuidaba, tras lo cual ingresó al baño pero al salir vio a su hermano cocinando.
Miriam contó que le reclamó a la enfermera porque su mamá no estaba higienizada y luego le dio la medicación, mientras la profesional de la salud se dirigió hacia Daniel y le dijo que se iba a ir. Entonces, el acusado le contestó a la empleada: “Andá y matala”, por lo cual ella se dirigió hacia la denunciante y la agarró de los cabellos. Luego su hermano intervino en la pelea dándole golpes de puño.
Distintas versiones
Por su parte, el imputado, representado por el abogado Gastón Nicocia, contó la versión opuesta. Manifestó que fue Miriam quien atacó primero a la enfermera y que él solo se metió para separarlas. De acuerdo con el reconocimiento médico realizado a la denunciante, ella tenía golpes en el párpado del ojo izquierdo, contractura cervical y hematomas en el antebrazo y la muñeca.
Uno de los vecinos de Rubén Iriart comentó que el día del hecho vio que la otra hermana de él salió a los gritos a la calle a pedir ayuda, por lo que ingresó a la vivienda y vio que una señora le estaba pegando a laque era enfermera, porque tenía su uniforme puesto. El testigo dijo que la actitud del acusado era el de intentar separarlas.
“Distintas resultan ser las versiones de los mencionados, el imputado relató que, si bien estuvo presente el día del hecho, la gresca se originó entre Miriam y la cuidadora de su madre, quienes se tomaron de los pelos y se golpearon, y que su única intervención tuvo lugar al intentar separarlas. Testimonio que encuentra sustento en lo relatado por el testigo Barraza”, sostuvo la jueza.
Sin embargo, la declaración de la denunciante es diferente, cuyas lesiones fueron constatadas por una médica. “De lo expuesto, surge un equilibrio probatorio que no me permite dar crédito a una versión sobre la otra”, indicó Greco. Por ello, la magistrada resolvió absolver al acusado en base al principio del “beneficio de la duda”.