Conmoción en 40 entre 25 y 26

La Loma: asesinaron a una mujer mientras robaban en su casa

Tres sujetos ingresaron a una vivienda ubicada en 40 entre 25 y 26. Los implicados maniataron y asfixiaron a la víctima de 62 años. Horacio, su marido, brindó detalles de lo sucedido

Una mujer de 62 años, identificada como Catalina Ferreyra, fue hallada muerta ayer en su vivienda de 40 entre 25 y 26, con signos de haber sido ahorcada con un pañuelo, que fue encontrado en su cuello. 

Según afirmaron los investigadores, se trató de un robo (faltaron 900 dólares en la vivienda) seguido de asesinato, teniendo en cuenta el desorden en el interior de la casa y la disposición del cuerpo: la mujer estaba atada de pies y manos, con una mordaza en la boca y un pañuelo en el cuello con el que se presume que habría sido asfixiada. 

Por el hecho resultaron detenidos un hombre de 46 años, quien fue encontrado en uno de los terrenos linderos a la casa de la víctima, y dos sujetos que, si bien habían logrado escapar de la escena a bordo de un Renault Clio, fueron capturados en 44 y 211, horas después de ocurrido el hecho.  

Según pudo averiguar este medio, a última hora del viernes una serie de ruidos y comportamientos extraños encendieron la alarma entre quienes residen en la zona, lo que motivó el llamado de los frentistas a la Policía. Minutos más tarde, agentes de la fuerza acudieron al lugar, logrando capturar a uno de los sospechosos del hecho. 

En tanto, la pareja de la mujer asesinada, Horacio Raciti, de 64 años, atendió a diario Hoy  y brindó detalles de todo lo sucedido. “Terminé de trabajar como todas las noches, cené y me fui a caminar al parque. Me fui 23.15, y a las 00.00 ya estaba regresando para mi casa. Cuando volví, me encontré con que había policías rondando”, relató. 

Luego, agregó: “Ahí los efectivos que estaban presentes me pidieron que abriera las puertas de mi casa, entramos y ya empecé a ver que estaba todo revuelto. Subimos al primer piso y encontramos a mi mujer tirada en la pieza, atada de pies y manos, como desmayada. Llamamos a la ambulancia, que tardó más de 40 minutos. Cuando llegaron, nada pudieron hacer. Me fui 45 minutos de casa y cuando volví habían matado a mi mujer”.

Horacio, visiblemente consternado, con los ojos llenos de lágrimas y la sensación de que de un momento a otro la tristeza se adueñó de su cuerpo, confió: “Era buenísima, le gustaba mucho cocinar. La plata que le robaron era un ahorro que ella tenía porque, como era paraguaya, pensaba viajar para ir a visitar a sus familiares”. 

Las detenciones

Los testimonios recogidos por los investigadores dan cuenta de que dos individuos se bajaron de un coche con una escalera desplegable que instalaron en el frente de la casa, para llegar hasta la parte más alta de la vivienda. Se cree que una vez en el interior, los ladrones redujeron a Ferreyra y, posteriormente, comenzaron a registrar sus pertenencias en busca de objetos de valor.

Cuando aún se encontraban en la casa, arribó la Policía, lo que motivó la huida de los malvivientes. A pocos metros de la vivienda, un individuo de 46 años fue detenido por un efectivo mientras otros  agentes ingresaban al domicilio para inspeccionar la casa. Tras revisar el primer piso, se dispusieron a subir a la siguiente planta,  donde hallaron a la mujer atada y en el suelo.

Según los testigos, el Renault modelo Clio del que habían bajado los sujetos con la escalera retráctil comenzó a circular alrededor de la manzana, tocando una vez la bocina al pasar por el frente de la vivienda, algo que fue interpretado por los investigadores como una señal de que en el exterior la situación se encontraba normal.

Este mecanismo de alerta, que habría empleado el grupo de delincuentes, fue corroborado con el testimonio de otro vecino, quien aseguró que la secuencia de un bocinazo se alteró con la presencia de la Policía. Según otro frentista, cuando los efectivos llegaron al lugar, el vehículo pasó raudamente por el lugar y emitió tres sonidos, motivando que los dos sujetos que se encontraban perpetrando el robo intentaran escapar. Se cree que uno de ellos llegó a abordar el vehículo.

Pese a que dos de los malvivientes lograron abandonar la escena, una patrulla interceptó al vehículo, que era intensamente buscado por la zona. Se pudo capturar a los sujetos que viajaban en el coche y se procedió al secuestro de 900 dólares, precintos de plástico, guantes de látex y dos celulares.

Según señala el parte policial, se iniciaron actuaciones caratuladas como “homicidio en ocasión de robo”.

“Mi hija se siente culpable por haber dejado abierta la ventana por la que ingresaron los delincuentes”

Los delincuentes ingresaron a la casa por una de las ventanas, luego de subir por una escalera que ellos mismos colocaron en la puerta. 

Horacio, quien conocía a Catalina desde hace más de 30 años, contó que ambos tienen una hija de 29 años, quien al momento del robo se encontraba cenando en la casa de una amiga. Además, sobre ella comentó: “Mi hija se siente culpable por dejar abierta la ventana por la que ingresaron los delincuentes”.

Vale resaltar que Horacio es dueño del lubricentro que está ubicado a pocos metros de su vivienda y es por eso que los delincuentes creyeron que allí podían encontrar una suma importante de dinero.

Trabajaron en el caso Ricardo Astopini, el comisario a cargo del Comando de Patrullas La Plata; Diego Bravo, de la Jefatura Departamental, y Pedro Beltrame del Gabinete de Homicidios de la DDI La Plata.

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