Los detalles de la macabra historia de la mujer secuestrada y violada en La Plata

Permaneció varios días con su captor, que la violó. El hombre, con antecedentes penales previos, permanece prófugo y hasta el momento no pudieron localizarlo.

Hasta el cierre de la presente edición, pese a los esfuerzos policiales, nada se sabía todavía del chacal acusado de secuestrar y abusar sexualmente de una mujer con una discapacidad en nuestra ciudad, de acuerdo a lo aportado ayer por voceros oficiales de la causa que conmociona a toda la región.

En tanto, trascendió que el hombre ya contaba con graves antecedentes penales, que arrastra desde al menos cuatro años. Portavoces judiciales explicaron que en 2020 fue denunciado por haber abusado sexualmente de una mujer mayor de edad, expediente tramitado en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) n° 2. En 2022, quien lo denunció fue su expareja, por haber abusado de la hija de esta en un domicilio de Villa Elvira.

Allanamientos

La presente historia comenzó a escribirse la mañana del pasado 7 de julio, cuando los familiares de Verónica M. (este medio decidió no divulgar su identidad completa debido a lo acaecido) denunciaron su desaparición. Afirmaron que se encontraba haciendo unas compras a metros de su casa de Gorina, en la zona de 138 y 486, cuando fue interceptada por C.G.M., un chofer de la aplicación DiDi que manejaba un Chevrolet Corsa.

Gracias a las cámaras de seguridad, las autoridades dieron con el propietario del coche, quien aseveró que lo había vendido días atrás a un sujeto que trabajaba con él, y de quien habló mal. “El 5 de julio le pedí que me devolviera el auto porque estaba manejando borracho”, y dos días después de eso lo denunció por el robo del rodado.

Dijo que el sospechoso vivía en la Megatoma de Los Hornos, por lo que los investigadores montaron una vigilancia de encubierto, sin suerte. También allanaron uno de los domicilios que frecuentaba, y hasta fueron con perros para buscar rastros. En la pesquisa también surgió que el implicado realizó varios viajes el día de la desaparición de Verónica, uno de ellos a un domicilio ubicado a 10 cuadras de la residencia de la víctima.

Estado deplorable

La madre del acusado les contó a los detectives que no quiere ver a su hijo porque le robaba, y el panorama para el hombre se complicó aún más cuando dos testigos lo vieron el 7 de julio en el Corsa junto a Verónica. “Nos dijo que se trataba de una amiga, él estaba eufórico, ella no dijo ni una palabra”, señalaron, y agregaron que él estaba alcoholizado, con una botella de whisky en la mano.

El principio del fin de la historia tuvo lugar el sábado, cuando el jefe de la SubDDI Ensenada descubrió, gracias a las cámaras de seguridad, el auto implicado en la zona de la avenida 120, a metros de las vías del tren Roca. Los pesquisas se dirigieron allí y dentro del vehículo (vacío y abandonado) encontraron elementos de interés para la causa, como una colilla de cigarrillo que será cotejada para extraer ADN, una cuchara plástica recta, una bombacha y, debajo del asiento del acompañante, un par de zapatillas rosas, que pertenecían a la víctima.

Sin embargo, ella no aparecía y así que los agentes del Gabinete de Búsqueda de Personas se volcaron otra vez a las cámaras, y en ese momento partieron desde el lugar del hallazgo del coche. Se sabía que el individuo se había ido a pie y que ella podía estar cerca.

Alrededor de las 11 del domingo por fin encontraron a Verónica, en pésimas condiciones. Estaba en 46, entre 1 y 115, debajo de una estructura de cemento, tapada con una manta y con la entrepierna lesionada. “Se la encontró durmiendo cerca de las vías. Ella posee una discapacidad y estaba sin la medicación”, relató una fuente.

Poco después fue trasladada en una ambulancia hasta el hospital San Roque de Gonnet, y sus prendas fueron incautadas para ser peritadas.

El implicado permanece prófugo y desde la UFI 5 en turno se inició una causa caratulada como “privación ilegítima de la libertad agravado seguido de abuso sexual agravado”.

Por estas horas, la mujer se recupera en el centro médico, y los funcionarios judiciales esperan con ansias que pueda declarar y aportar datos claves, aunque saben que será difícil. “Por su condición, será difícil que pueda hablar y brindar detalles”, dijeron.

Una familiar de la damnificada indicó que “está bien, pero muy deshidratada, con hambre, temblorosa y cansada”. En las próximas horas van a someterla a diferentes estudios y análisis.

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