Matar o morir: así salen a la calle los delincuentes actuales

En poco más de 24 horas, cuatro ladrones fueron abatidos por policías o por civiles en el marco de violentos robos. Uno de los casos se registró en Punta Lara.

La semana pasada no fue una más en materia de inseguridad en La Plata y en el Conurbano, ya que, en diferentes episodios delictivos, cuatro malhechores fueron abatidos a tiros. En algunos casos, por agentes de la fuerza; en otros, por civiles.

a problemática marca dos factores puntuales. Por un lado, el cansancio de la gente ante la reiteración de los ilícitos. Y por el otro, que los ladrones actuales salen más que nunca con la premisa clara de matar o morir. Para ellos no hay alternativa.

La violenta escalada de crímenes en ocasión de robo se inició el jueves, cuando dos precoces motochorros con antecedentes penales asaltaron a un cabo de la Policía Federal de 40 años en Villa del Plata, Punta Lara. El hecho ocurrió cuando se preparaba para relevar al custodio de la prisión domiciliaria de Juan Pablo “Pata” Medina. A 100 metros de la casa del extitular del gremio de la Uocra, fue abordado por los cacos. Uno de ellos descendió del ciclomotor, apuntó a la víctima, que iba de civil, y le arrebató su propio rodado y una mochila. Antes de que emprendieran la huida, el damnificado se presentó como agente y dio la voz de alto, que no fue obedecida. “Temí por mi vida y disparé, lo hice para defenderme”, relataría después ante el fiscal de la causa.

Gatilló tres veces y dos proyectiles impactaron en la espalda de Kevin Ifrán (16), domiciliado en 522 y 118, de Tolosa. Uno de ellos entró por el omóplato izquierdo y salió por el cuello: lo mató en pocos minutos. En su cintura quedó una pistola de aire comprimido 4.5, “similar a una Bersa 9 milímetros”, según un investigador. Su cómplice, quien en julio denunció haber sido picaneado en la comisaría Sexta, a la que llegó por un robo y por andar a los tiros, escapó. Anteayer allanaron su inmueble de 521 y 118, pero no lo encontraron.

Cada nueve días, un caco muerto

El viernes, una mujer murió de un tiro en el cuello, durante un tiroteo con gendarmes que la perseguían cuando escapaba tras asaltar, junto a dos cómplices, a un chofer de Uber al que llevaban como rehén.

Los hampones abordaron el vehículo en José C. Paz simulando ser pasajeros, pero pronto intimidaron al conductor, de 44 años, con pistolas y cuchillos. Lo hicieron dar varias vueltas. Entonces, cuatro numerarios de Gendarmería Nacional a bordo de una camioneta notaron movimientos sospechosos, por lo que fueron a identificarlos. Los maleantes obligaron al trabajador a huir y se inició un intercambio de disparos, hasta que dos de los malvivientes descendieron y siguieron a pie, perdiéndose de vista. La mujer quedó tendida en el asiento trasero, sin vida. De esta manera, en lo que va del año un delincuente es abatido cada nueve días por policías en la Provincia de Buenos Aires. En tanto, el mismo día un mecánico jubilado de 72 años fusiló a dos de los tres ladrones que quisieron quitarle su pick-up Ford Ranger en Florencio Varela.

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