No cesan los ataques en Altos de San Lorenzo
Dos nuevos robos perpetrados por motochorros volvieron a alertar a los vecinos de la zona. Esta vez, las víctimas fueron una docente y una pensionada. Ya son tres los atracos registrados en una semana bajo la misma modalidad. Temor en la zona
Durante 2016, y en lo que va del presente año, los barrios donde se notó más la inseguridad fueron aquellos que antes se mostraban mas tranquilos: La Loma, Gonnet, Tolosa y Barrio Norte. Sin embargo, en las últimas semanas volvió a destacarse una zona siempre problemática, la que comprende el barrio de Altos de San Lorenzo.
Sus habitantes llaman a diario a esta redacción para informar sobre nuevos episodios delictivos, cada uno de ellos bajo la misma modalidad: motochorros armados atacando a transeúntes para sacarles todo lo que llevan consigo.
Ayer se registraron dos nuevos casos. El primero tuvo lugar a las 10.45 en 22 y 78, cuando dos sujetos a bordo de un rodado de color oscuro interceptaron el paso de una docente de 43 años. Le apuntaron y la obligaron a entregar su cartera, en cuyo interior había documentación, una billetera con dinero y un celular.
En tanto, cerca de las 19, y no muy lejos de allí, en 27 bis y 80, otros dos individuos, también en un vehículo negro o azul (posiblemente los mismos del primer hecho, según los frentistas) zamarrearon a una pensionada de 65 años que caminaba por allí, regresando a su casa tras hacer unos trámites en el centro. “No llegaron a lastimarla, pero le apretaron el brazo y le pusieron la pistola en la cabeza”. La damnificada, por supuesto, entregó su teléfono personal y hasta una carpeta con papeles médicos adentro, ya que había ido a una consulta clínica. Los autores de los ilícitos escaparon.
Por su parte, la Policía estuvo realizando allanamientos en distintos puntos del barrio para dar con los sospechosos de estos y otros hechos pero, por el momento, los resultados han sido negativos y la búsqueda continúa.
Inacción policial
El viernes de la semana pasada, en tanto, las perjudicadas habían sido dos mujeres de 32 años, cuando fueron sorprendidas alrededor de las 21 en la esquina de 18 y 74. Los asaltantes les sacaron la bicicleta que tenían y otras pertenencias, tras apuntarles con un arma de fuego y amenazarlas de muerte.
“A mi amiga le pusieron la pistola en la cabeza sin necesidad, porque ya les habíamos entregado todo”, dijo Anabella, una de las damnificadas, y aseguró: “El barrio está cada vez peor, todos los días nos enteramos de un hecho nuevo”.
Aclaró que vive ahí desde hace seis meses y que ya se enteró de varios asaltos. “Los vecinos me habían advertido sobre la inseguridad del lugar. Las calles están muy poco iluminadas, son un peligro”, explicó.
Además, se mostró indignada por la inoperancia policial: “Llamamos al 911 y el patrullero tardó media hora en venir. Cuando llegaron los policías les contamos lo sucedido, les dijimos que salieran a buscarlos y nos contestaron que sin hacer la denuncia no podían operar. Nos pareció una tomada de pelo”.
Desde el Estado se limitaron a remarcar, con especial énfasis, que la situación es complicada en la región y que será importante invertir en materiales logísticos para frenar la escalada de la inseguridad, no solo en los barrios más carenciados de la Provincia, sino en todo el país.