Noche de terror en La Plata: piedrazos, alarmas y tensión
En San Carlos, cansados de los asaltos, los vecinos atacaron la casa de unos delincuentes. En Ringuelet, los frentistas pasaron una madrugada infernal por el robo de cables.
La delincuencia sigue haciendo estragos en nuestra ciudad y en las últimas horas se vivió una verdadera noche de terror en dos localidades platenses. Por un lado, en San Carlos vecinos decidieron atacar a piedrazos la casa de unos supuestos ladrones, mientras que en Ringuelet los frentistas prácticamente no pudieron dormir ante el sonar constante de las alarmas del barrio.
El primero de los episodios se originó en la zona de las calles 40 entre 132 y 133, cuando un grupo de vecinos de la cuadra arremetió contra una vivienda que, presuntamente, había sido usurpada por malvivientes. Tras la repetición de varios hechos de inseguridad, las víctimas se cansaron y resolvieron actuar por su cuenta haciendo justicia por mano propia.
Es por ello que tomaron varias piedras que estaban en la vereda y comenzaron a arrojarlas contra el frente de la propiedad en la que estaban los sospechosos. De acuerdo a lo que aseguraron los vecinos, los sujetos no solamente ocuparon la finca, sino que también habrían cometido varios atracos en los alrededores sin ningún tipo de represalias.
De todos modos, al poco tiempo la situación se desmadró y se convirtió en una auténtica batalla campal. Es que al enterarse de lo que estaba sucediendo, los efectivos policiales se hicieron presentes en la mencionada dirección con el objetivo de disipar a las víctimas, que manifestaron toda su bronca a los piedrazos.
Lejos de llevar calma, el accionar de los uniformados encendió todavía más el alboroto y para frenar el embate de los vecinos, tuvieron que realizar varias detonaciones de bala de goma, hasta que finalmente pudieron controlar los desmanes.
Madrugada infernal
Por otro lado, en la zona de las calles 510 entre 5 y 6, se vivió una madrugada de terror debido a la actuación de un grupo de desconocidos que ejecutaron un robo de cables en la cuadra. A raíz de ese episodio, las alarmas no pararon de sonar y alrededor de seis la situación se tornó en una pesadilla para quienes intentaban dormir.
Todo empezó minutos antes de las 22, cuando al menos tres sujetos quisieron llevarse parte del tendido eléctrico de la vía pública. Al escuchar los ruidos, los frentistas llamaron a la Policía, pero los oficiales no encontraron a nadie. Esto mismo se repitió varias veces en la noche, con los hampones volviendo para continuar el hurto y huyendo tras realizar su cometido.