Perros frustraron entradera a jubilado en City Bell

Ayer a la madrugada, dos delincuentes ingresaron a una vivienda de 466, 31 y 31 bis, con fines de robo. Rompieron una ventana y, al encontrarse con las mascotas del dueño, huyeron 

Los vecinos de City Bell se encuentran en alerta ante los reiterados episodios de inseguridad vividos en la zona. Esta vez le tocó a un jubilado de 69 años, quien sufrió una entradera ayer a la madrugada, mientras se encontraba durmiendo. Afortunadamente, el ladrido de sus mascotas sorprendió a los delincuentes, que terminaron huyendo del lugar sin perpetrar el ilícito.

Este hecho se registró alrededor de las 2, en una vivienda ubicada en 466 entre 31 y 31 bis, donde reside Héctor Aníbal Pez. Trama Urbana estuvo en el lugar y habló con la víctima, quien comentó que: “Actuaron dos personas. Se ve que una de ellas rompió el vidrio de la ventana de un piedrazo y estiró la mano para poder destrabarla. Seguramente no se dieron cuenta de que justo debajo estaban mis perros. Cuando lograron ingresar, obviamente ellos empezaron a ladrar y ahí me desperté”.

De inmediato, Héctor salió de su cama y fue a ver qué era lo que sucedía: “Yo estaba acostado cuando se metieron. En esta oportunidad no pasó a mayores, pero tengo mucho miedo de que un día me levanten a los golpes y me maten a palos. Uno de mis perros se lastimó la cabeza, porque debe haber toreado a los ladrones y lo terminaron lastimando con un vidrio”.

La huida 

Al encontrarse con los animales, los implicados decidieron emprender la retirada por el mismo lugar por el que habían entrado, y sin llevarse ningún objeto. “Alcancé a ver a dos nada más, no sé si había más gente esperando afuera. Tampoco sé en qué vinieron, porque no quise abrir la puerta ni salir a la calle. Por ahí abrís y te pegan un tiro, nunca se sabe”, aseguró el damnificado.

Sin embargo, este no sería el primer caso que se registra en la zona, sino que es parte de una seguidilla de sucesos que se inició tiempo atrás y que parece no tener fin. “Esta cuadra es tierra de nadie. A comienzos de marzo asaltaron a una maestra que vive justamente al lado de mi casa. Estaba la mujer durmiendo con los hijos en la planta alta y los ladrones se metieron a robar en la planta baja. También le pasó al hombre de la esquina, y a otro que vive acá a la vuelta. Desde que hicieron una especie de asfalto en la cuadra, se ha complicado la mano. Durante el día quizás se ve algún móvil, pero de noche no”. 

La situación en el barrio

Por otra parte, hizo referencia a la situación estructural que están viviendo las fuerzas de seguridad en la actualidad: “El oficial de calle vino, habló conmigo y me explicó que ellos no tienen los medios como para andar patrullando. Además de esto, la zona es muy oscura. La luz que tengo en la puerta está quemada, ya hice los reclamos correspondientes y no me dieron ninguna solución. Te dicen que van a venir y no lo hacen”. 

Para finalizar, Héctor explicó: “Yo vivo acá desde diciembre y siempre me entero de un caso nuevo. Hay alarmas vecinales y hasta tenemos un grupo de WhatsApp, pero igualmente estamos solos. A mí es la primera vez que me sucede, pero a las dos familias que vivieron anteriormente acá, les había pasado también. Al no tener la luz de calle, los ladrones están más resguardados a la hora de actuar”.

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