Preventiva para el doble femicida de Arturo Seguí
El hombre que mató a tiros a su exmujer y a la hermana de esta llegará al juicio en prisión. El sujeto al que también baleó continúa en grave estado.
El pasado 28 de junio se vivió en la ciudad de La Plata uno de los hechos más graves e impactantes a nivel policial en lo que va del año, cuando un policía cometió un doble femicidio dentro de un domicilio y luego se dirigió por su propia cuenta hasta una sede policial, donde confesó lo sucedido y quedó arrestado por decisión de la fiscalía penal actuante. A casi un mes del trágico suceso, se supo en las últimas horas que ahora se le dictó la prisión preventiva al implicado, por lo que llegará preso al juicio oral que se dictará en su contra, según señalaron ayer fuentes judiciales.
Nazareno Sebastián Miño, de 38 años, contó que se acercó el mencionado día (miércoles) en horas de la noche a una casa emplazada en la zona de 411 entre 156 y 157 de la localidad de Arturo Seguí, con el fin de discutir con su expareja, Victoria Díaz (35), cuestiones relacionadas con la tenencia y la manutención de los dos hijos que tenían en común. De acuerdo a lo que le contó a la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de La Plata en el marco de su declaración indagatoria, intervino en la tertulia la hermana de su ex, Castorina (39), y esta lo “atacó con un palo” por la espalda, luego de que Victoria se negara a que él se llevara a los niños, ya que tenía que verlos recién el fin de semana, cuando se hacía cargo de ambos.
Memoria selectiva
No se pudo recrear todavía lo que sucedió a continuación ya que a partir de ese momento el hombre dijo que posee “recuerdos algo borrosos y confusos”. Aseveró: “Tengo imágenes del arma en mi mano, yo apuntando. Escucho gritos y después no sé qué pasó. Solo sé que salí con mis hijos para la calle”.
Lo que llamativamente no se acuerda el criminal es que ultimó a tiros en la cabeza con su pistola reglamentaria calibre 9 milímetros a las dos mujeres de nacionalidad paraguaya (a su ex también le disparó en un pierna), pero, además, también le disparó en el cráneo al marido de Castorina, quien desde entonces se encuentra peleando por su vida en el Hospital San Roque de Gonnet, en grave estado. Y todo delante de los menores, testigos del aberrante episodio.
Consumado el ataque, Miño llamó desde su celular a un allegado, a quien le dijo que le cuidara a los hijos, y a continuación fue hasta el destacamento policial de Arturo Seguí, donde se puso a disposición de la Justicia. Ante los oficiales de la guardia, admitió: “Me mandé una cagada, estoy cansado. No doy más”.
Tras su testimonio frente a la UFI N° 1, regresó a su celda en una alcaidía de La Plata, donde aguardará el debate oral y púbico, cuya fecha de inicio aún es un misterio. En las últimas horas, el juez de Garantías Pablo Raele le dictó la prisión preventiva por los delitos de “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por femicidio y por el empleo de un arma de fuego” en perjuicio de Victoria, por “homicidio doblemente agravado por tratarse de un hombre contra una mujer mediando un contexto de violencia de género y por el empleo de un arma de fuego”, en el caso de Castorina, y homicidio en grado de tentativa agravado por el empleo de un arma de fuego” en contra de la pareja de esta última, Alcides Martín Lezcano (33), todos ellos “en concurso real”. De ser hallado culpable, recibirá la pena de prisión o reclusión perpetua, mientras que se informó que su caso fue derivado a la UFI N° 13 de violencia de género.
Separación problemática
Los voceros consultados por Trama Urbana señalaron que el policía (ya exonerado de la Fuerza) dijo que la separación con su ex fue “problemática” y que existieron entre ambos “diferencias en torno a la tenencia de los chicos”, de 7 y 10 años, ya que mientras por decisión judicial le descontaban el 30% del salario, su exmujer “quería más” y lo “presionaba con los nenes”, no permitiéndole verlos.
Miño relató que por eso comenzó a “dormir mal” y que no tenía “ganas de nada”. También refirió a una denuncia de violencia que le realizó Victoria, a partir de la cual Asuntos Internos le quitó el arma reglamentaria y le ordenó una junta médica y psicológica. Puntualizó que fue a “unas seis sesiones”, hasta que lo “rehabilitaron” y que estuvo dos semanas internado en el hospital neuropsiquiátrico Alejandro Korn de Melchor Romero por “un brote de emociones”.