Se reanudó el juicio a un expresidiario por el asesinato a puñaladas de una jubilada
Lucas Agueda fue detenido días después del crimen de María Angélica Olmo. El imputado habría dicho: “Hay que matar a la vieja”.
El Tribunal Oral en lo Criminal número 1 de La Plata retomó ayer el juicio a Lucas Hebert Agueda, de 41 años, un presidiario acusado de ultimar a puñaladas a la jubilada María Angélica Olmo, de 79, en un hecho ocurrido el 3 de diciembre de 2016 en nuestra ciudad.
La víctima fue encontrada la misma mañana del crimen en su domicilio de la calle 22 entre 525 y 526, del barrio de Tolosa, tendida en el living y sobre un charco de sangre, según relató su sobrino, Jorge Del Negro.
Al ver la escena, el joven se comunicó con la Policía y efectivos de la comisaría Undécima, ubicada en Ringuelet, concurrieron a la vivienda, donde hallaron en el lugar una cuchilla con manchas de sangre, que sería el arma que utilizó el acusado para terminar con la vida de Olmo. De acuerdo con la investigación de la entonces fiscal de juicio, Leyla Aguilar, se estima que el móvil del asesinato habría sido el robo, debido a que un familiar de la víctima denunció que faltaba un televisor de LCD.
Detención
Por orden del Juzgado de Garantías número 2 de La Plata, los agentes de la fuerza allanaron dos domicilios y en uno de ellos, una finca usurpada en el barrio de La Loma, detuvieron al presunto autor, Lucas Agueda, quien era el jardinero de la damnificada. La finca estaba ubicada en calle 34 entre 16 y 17, donde los uniformados secuestraron dos celulares y una planta de marihuana de 1,50 metros, de acuerdo a lo señalado en su momento.
Durante el transcurso del proceso penal, la fiscal analizó las llamadas realizadas desde el celular del exconvicto, mediante el cual se percató que el sujeto le debía $20.000 a la víctima. Asimismo, Aguilar tuvo en cuenta la declaración de un testigo clave: un vendedor ambulante que afirmó haber escuchado al imputado decir “hay que matar a la vieja”, con referencia a Olmo.
La otra casa registrada, ubicada en calle 15 entre 33 y 34, era de un amigo del aprehendido. Ahí fue imputado pero no detenido un joven de 21 años aunque, en su momento, no se descartó su participación en el hecho criminal.
La fiscal procesó a Agueda por el delito de “homicidio criminis causa”, es decir, se cometió el crimen para ocultar otro delito, y que estipula la prisión perpetua. El acusado ya había cumplido condenas por delitos contra la propiedad en la zona donde vivía y en otros lugares, aunque no había sido detenido y se mantenía libre al momento de perpetrar el sangriento crimen, que conmocionó a la ciudad de La Plata.