Se resistió a un control policial y terminó baleado en una pierna

Un malviviente sufrió una fractura de tibia y peroné tras recibir un tiro por parte de un agente de la fuerza. Antes, lo apuntó con un arma que resultó ser de juguete.

Momentos de extrema tensión se vivieron ayer a la madrugada en un sector de nuestra ciudad, cuando dos delincuentes intentaron escapar de un control policial, apuntaron contra los agentes y amagaron con disparar. Los numerarios, para defenderse, abrieron fuego e hirieron a uno de los cacos, que culminó con una fractura.

Fuentes oficiales indicaron que todo se inició en la zona de las calles 22 y 455, cuando dos malvivientes a bordo de una moto divisaron un control y pretendieron esquivarlo. Para eso, aceleraron y quisieron huir a toda velocidad, pero los numerarios del Comando de Patrullas La Plata y sus pares de la Policía Local no iban a permitirlo.

Se inició así una persecución a todo ritmo, hasta que los ladrones abandonaron el ciclomotor en el que iban, ya en 456 entre 20 y 21, para continuar con la fuga a pie. Con el fin de perderse de vista, uno de los malhechores apuntó con un arma a los oficiales y, al verse en peligro, uno de estos respondió: también apuntó y disparó.

Al San Roque

El proyectil que salió de la boca de la pistola reglamentaria impactó en la pierna del delincuente, quien cayó malherido al piso y fue posteriormente arrestado, al igual que su compañero de andanzas. Fueron identificados como J.C.M., de 25 años, y R.G.C., de 20. El primero fue derivado de urgencia en una ambulancia hasta el hospital San Roque de Gonnet, donde los médicos de la guardia determinaron que presentaba una fractura de tibia y peroné debido al plomo, y que la herida tenía orificio de entrada y de salida.

Tras las curaciones de rigor, se estableció que su vida no corría peligro y quedó internado con custodia policial.

Tomó intervención la comisaría Décima de City Bell, con jurisdicción en la zona, y se iniciaron actuaciones penales en la Unidad Funcional de Instrucción N° 5 en turno, por los delitos de “encubrimiento, resistencia a la autoridad y tenencia de arma de utilería”.

Justamente, tras un rastrillaje se halló la pistola que manipulaban los cacos, y se determinó que era de juguete, por lo que no era apta para el disparo.

Se busca establecer ahora si los revoltosos ya contaban con antecedentes penales y si el ciclomotor en el que iban tenía algún impedimento para circular.

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