Una policía mató a su expareja, que había ingresado a su casa a la fuerza
El hombre tenía denuncias por violencia de género y una restricción perimetral que incumplió. En el marco de un forcejeo, recibió una puñalada mortal.
Una oficial de la Policía bonaerense mató ayer a puñaladas en su vivienda a su exnovio, quien incumplió la prohibición de acercamiento y tenía varias denuncias por “violencia de género”, informaron fuentes judiciales.
El hecho ocurrió durante la madrugada en la localidad de Rafael Castillo, jurisdicción del partido de La Matanza.
Portavoces oficiales informaron que allí vive la oficial Érica Giménez (35), quien desempeña sus tareas en la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) de La Matanza.
Personal de la comisaría Primera de Rafael Castillo fue alertado por un conflicto en un domicilio y se entrevistó con la mujer. Ella relató que minutos antes había ingresado al lugar su expareja, identificada como Nahuel Cruz (29), tras saltar por el techo y forzar la puerta trasera.
El hombre le reclamó el teléfono celular para revisarlo y comenzó a buscarlo por toda la casa, hasta que lo encontró y lo arrojó contra la pared. De acuerdo al testimonio de la policía, Cruz extrajo un cuchillo y, luego de amenazarla de muerte, intentó lesionarla. Entonces, comenzó una pelea hasta que ella le quitó el arma y lo apuñaló en el lado izquierdo del tórax.
Los efectivos llamaron a una ambulancia y personal médico constató el deceso del sujeto, cuyo cuerpo quedó dentro del inmueble.
Peleas previas
El fiscal Gastón Duplaá, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios Dolosos del Departamento Judicial La Matanza, dispuso que las pericias sean realizadas por Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y no por la Policía Bonaerense, ya que la implicada pertenece a esta fuerza.
Los investigadores establecieron que Cruz tenía una prohibición de acercamiento y varias denuncias previas, la última de ellas el lunes de esta semana.
En esa ocasión, alrededor de las 3 de la madrugada, su exnovio entró a su casa saltando por el techo y le dijo que se iba a suicidar si ella no accedía a mostrarle el celular.
Tras ello, comenzó a revolver el ropero y, al no encontrar el aparato de la mujer, tomó dinero que tenía en una billetera. Por eso, comenzaron a forcejear hasta que él la mordió en un brazo y le provocó un hematoma.
Además, en la noche del viernes 3 de febrero también ingresó a la finca y discutieron porque quería revisarle el celular, pero Giménez lo escondió dentro de la funda del chaleco antibalas y lo convenció de irse.
A la mañana siguiente, comenzaron a pelearse porque él no quería que ella fuera a trabajar y la amenazó con llevarse el perro, tras lo cual hubo otro forcejeo en el que la mujer sufrió una marca en un brazo.