Violó a su hijastra durante dos años en Ensenada y, cercado, escapó a La Rioja

"Si contás algo, les va pasar algo muy feo a las personas que más querés y no las vas a ver más”. Con esa escalofriante frase, un hombre amenazaba una y otra vez, durante dos años, a una niña a la que abusó en un casa de Ensenada, cuando la madre de la víctima (y por entonces pareja del imputado) se ausentaba para ir a trabajar. Tras la denuncia radicada y una investigación posterior, los detectives lograron dar con el autor del aberrante suceso, a quien capturaron ayer en la provincia de La Rioja.

La historia se remonta al 2011, cuando el chacal aprovechaba los momentos en que su novia salía para cumplir funciones laborales y él se quedaba al cuidado de la hija de la mujer. Claro que, en vez de cuidarla, la sometía a todo tipo de aberraciones sexuales, con acceso carnal incluido. Por entonces, la menor tenía ocho años y pasó dos bajo esa situación. Cuando cumplió 16, y bajo tratamiento psicológico, le contó a la profesional la pesadilla que había vivido y pronto se enteró también la progenitora de la ya entonces adolescente.

La madre se acercó hasta el Gabinete de Delitos contra la Integridad Sexual de la DDI La Plata y relató lo que sabía, por lo que se inició una pesquisa. En la misma se determinó que la damnificada no mentía, exageraba ni fabulaba, mientras que los exámenes médicos también corroboraron el ataque.

Fuga y captura

Así, los sabuesos de la DDI La Plata con sus pares de la Sub DDI Ensenada empezaron a buscar al hombre a través de trabajos de campo y testimonios, y este, cuando se sintió cercado, se dio a la fuga, complicando su situación procesal y la investigación.

Los detectives averiguaron luego que el sujeto estaba escondido en la localidad de Punta de los Llanos, partido de Ángel Vicente Peñaloza, en La Rioja.

Los agentes de la DDI fueron hasta allá y, con la colaboración de la Policía local, se lo capturó y se lo trajo de nuevo hasta La Plata, donde deberá ser indagado a sus actuales 70 años por la fiscalía número 17 por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante doblemente agravado y corrupción de menores”.

Una calificada fuente le contó a Trama Urbana: “Para lograr el silencio de la menor, le decía que iba a lastimar a sus familiares y que no iba a volver a verlos. Ella, asustada y comprendiendo la peligrosidad de esta bestia, se quedaba callada, hasta que, ya un poco más grande, se animó a contarlo en terapia”.