Avanza la voracidad K

La Corte Suprema no aceptó el pedido para reponer al juez, que debía expedirse sobre el pacto con Irán, que fue desplazado por los K.  Horas antes se decidió apartar al fiscal que investiga a Milani. El oficialismo profundiza su avasallamiento sobre la Justicia independiente

A lo largo de la mal llamada década ganada, el gobierno kirchnerista, a través de distintos capítulos, ha avanzado arbitrariamente contra el Poder Judicial. Primero con la denominada “democratización” de la Justicia, luego con la reforma del Consejo de la Magistratura, con los cambios introducidos al Código Procesal Penal, entre otros movidas, que han tenido todos un denominador común: la búsqueda de impunidad.

En ese contexto, la Corte Suprema de Justicia le hizo un gran favor al gobierno K  al rechazar el pedido del fiscal de Casación Raúl Pleé para que el juez Luis María Cabral continúe interviniendo en la causa por el Memorándum de Entendimiento con Irán por el atentado a la AMIA Cabe recordar que la semana pasada el kirchnerismo en el Consejo de la Magistratura dio por concluida la subrogancia en la Cámara Federal de Casación Penal de Cabral, y en su lugar nombró a un conjuez allegado a la administración de Cristina Kirchner, el ex asesor del ministerio de Justicia, Claudio Marcelo Vázquez (ver aparte).

A la decisión de la Corte se sumó a otro hecho bochornoso. Concretamente, horas después de que César Milani -el general preferido de Cristina Kirchner- pasara a retiro, la Cámara Federal de Tucumán apartó al fiscal Gustavo Gómez, que investigaba al militar por la desaparición del soldado riojano Alberto Ledo en 1976. El insólito argumento fue que el fiscal "perdió objetividad" para seguir interviniendo en el expediente, cuando la objetividad tiene que ser un atributo de los jueces, mientras que los fiscales deben estar comprometidos en la defensa del interés público.

Como si todo esto fuera poco, hoy se designará a un juez títere, que responde a la Casa Rosada, en un jzgado federal clave, que tiene sede en La Plata (ver página 5). Pero esto no queda sólo allí, sino que con la nueva Ley de Subrogancia, el gobierno le otorga al Consejo de la Magistratura la atribución de designar a los jueces subrogantes, sin concurso, un mamarracho judicial pocas veces visto en el mundo, acudiendo la Argentina a que hoy todos los jueces y conjueces que se designan, responden sin ninguna clase de pudores a Justicia Legítima, la agrupación de funcionarios del Poder Judicial que responden abiertamente a las órdenes del Ejecutivo nacional.

En diálogo con Hoy, el profesor de Derecho Constitucional de la UBA, Andrés Gil Domínguez, señaló que “el kirchnerismo tiene una concepción autoritaria, entiende que todo lo que ha hecho no debe ser revisado por el Poder Judicial, y por eso intenta doblegarlo, y todos los intentos de lo que ha hecho van en ese camino”.

Para el abogado constitucionalista “el kirchnerismo lo que busca es hacer una Justicia partidaria, quieren controlar y someter al Poder Judicial, de forma tal que a los funcionarios kirchneristas la Justicia no los castigue ni nada por el estilo. Esto representa avasallar a uno de los pocos espacios que quedan para sostener a la República y a la democracia”.

Por un lado, el gobierno viene avanzando con la inclusión de jueces subrogantes que responden a Justicia Legítima, y por otro lado se pone a fiscales que también responden a Justicia Legítima, por lo tanto encierran a la Justicia de una manera tal, que terminan siendo ellos mismos quiénes van a decidir qué es lo que investigan los fiscales y cuáles son las causas que llegarán a los estrados, algo insólito en el mundo civilizado. “Nunca como antes en nuestro país, se ha manejado en forma tan discrecional y parcial a los fiscales como sucede ahora con Gils Carbó, porque ahora van a decir qué fiscal se encarga de cada causa y a partir de ahí si se investiga o no. Un Poder Judicial independiente no se puede sostener si no hay detrás un proyecto que defienda la democracia, y el kirchnerismo evidentemente no ha representado esto en lo más mínimo”, concluyó Gil Domínguez.

  Esta impunidad, esta prepotencia por parte del oficialismo, continúará hasta asegurarse que se nombre funcionarios judiciales que garantice a los kirchneristas no terminar presos después del 10 de diciembre.

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