36 años y la misma ambición

Lionel Messi cumple 36 años en el momento de consagración de su exitosa carrera profesional, que lo lleva a ser el jugador más ganador de la historia del fútbol argentino. El superhéroe nacional que llegó en el siglo XXI para destronar a otras grandes figuras que hicieron grandes al deporte nacional.

Lionel Andrés Messi cumple hoy 36 años. Es el momento justo. Como aquel alquimista que hizo todo de forma organizada en su vida, el mejor jugador de todos los tiempos tendrá el mejor cumpleaños de su vida: es el primer cumpleaños como campeón del mundo.

La consagración en Catar 2022 fue la frutilla del postre para una carrera exitosísima que no tiene antecedentes dentro del fútbol argentino y es prácticamente inmejorable a nivel internacional.

Tras una primera etapa de surgimiento, consolidación y éxito en el Barcelona; Messi selló su obra con varios años de trabajo y éxitos en la Selección nacional, siendo junto a Maradona el único capitán del equipo nacional que llevó a la albiceleste a dos finales del Mundo en 8 años.

En los últimos meses, además, se convirtió en el único jugador que marcó más de cien goles con la camiseta del país; y la forma en la que cantó el himno en el último Mundial lo terminó de catapultar a la cima del estrellato y de la idolatría entre los fanáticos del fútbol nacional.

Hoy, junto a su familia y la Copa del Mundo, Lionel Messi festejará el cumpleaños más feliz de su vida. Hizo todo como jugad0or, y más que nada por la patria futbolera que se había desilusionado en muchas ocasiones después del retiro de Maradona, pensando que sería imposible conquistar otro Mundial.

Hoy Argentina es más que otras naciones a nivel futbolístico. Se mantiene al acecho de Alemania y de Italia por historia y trayectoria, y también de Brasil. Ha superado a Uruguay, frenó el crecimiento de Francia y dejó muy atrás a Inglaterra o España en la historia de las copas del mundo.

Ayer, antes de llegar a los 36 años de vida, el capitán del Seleccionado se refirió al trato que recibió en el último tiempo en Francia y al hostigamiento del público francés luego de haber ganado la Final del Mundo con Argentina en Catar.

“Desde el principio el recibimiento fue muy lindo, como lo dije; y después una parte del público de París empezó a tratarme diferente, hubo un quiebre con gran parte de la afición del París, no fue mi intención ni mucho menos, se dio así”, comentó.

“Antes había pasado con Mbappé y con Neymar también, es su manera de actuar...”, recordó.

“Me quedo con toda la gente que me respetó, como lo hice yo con toda la gente desde que llegué, y nada más”.

“Mi estadía en el París comenzó con una adaptación muy difícil, mucho más de lo que esperaba, más allá de que tenía gente conocida en el vestuario. Fue difícil la adaptación, el cambio, llegar tarde, no tener pretemporada, adaptarme al nuevo club, a la nueva manera de jugar, nuevos compañeros, la ciudad... No fue fácil ni para mí, ni para mi familia”, completó.

Ahora, en el inicio de un nuevo año, el mejor jugador del mundo arrancará una nueva etapa de su vida que le permitirá al fútbol argentino y al país ganar un nombre y un espacio dentro de una potencia mundial como Estados Unidos, cuyos seguidores del deporte ya tuvieron al mejor basquetbolista de habla hispana en este país, como lo fue Emanuel Ginóbili, uno de los embajadores simbólicos que tuvo el país.

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