Carrera de Sabella como jugador

Alejandro Sabella dejó una huella imborrable en el fútbol argentino y por eso el país entero llora su muerte. El talentoso número 10 porteño, nacido el 5 de noviembre de 1954, empezó a jugar a los cuatros años y cuando cumplió siete ya estaba disputando un torneo interno de GEBA.

Dueño de una zurda mágica, marcó la diferencia desde muy chico y eso lo llevó a uno de los clubes más grandes del país. El dato curioso que pocos sabían sobre la carrera del Profesor es que antes de ser fichado en River, rebotó en Boca y Racing.

Pachorra debutó profesionalmente en 1974 con la camiseta de River, el club en el que se formó. Su presentación la hizo junto con Daniel Passarella, con quien forjó una gran amistad. Jugó cuatro años en el elenco de Núñez donde disputó 118 encuentros, convirtió 11 goles y cosechó tres títulos antes de su partida al fútbol de Inglaterra, primero para jugar en el Sheffield United y luego en el Leeds United entre 1978 y 1981.

En su retorno a la Argentina, fichó para Estudiantes de La Plata, club donde se destacó a partir de sus grandes actuaciones y, con el paso del tiempo, se convirtió en ídolo de la institución. Su gran presente en el club platense le permitió ser convocado por Carlos Bilardo para vestir la camiseta de la Selección Argentina en ocho oportunidades entre 1983 y 1984.

Cuando el Narigón se hizo cargo del conjunto nacional, Sabella compitió por un lugar con los veteranos Alonso y Bochini, y jugadores más jóvenes como Carlos Tapia y Jorge Burruchaga.

Pero una sombra aún más grande fue la lanzada por el rey de la generación de los años 1980, Diego Armando Maradona.

Tras ser figura y ganar dos títulos locales con el Pincha (Metropolitano 1982 y Nacional 1983), fue vendido a Gremio en 1985. Brasil fue un país que estuvo ligado al destino de Sabella desde la infancia. Su primer viaje al exterior, integrando un combinado con los mejores valores del club, fue a la tierra del samba. Era menor y debió salir con el permiso de sus padres. Enfrentó al Pinheiros en San Pablo y empataron; la revancha la ganaron en definición por penales. Brasil también fue el rival al que más veces enfrentó con la Selección.

A su vez, en Brasil aprendió mucho durante el año y medio que defendió los colores del Gremio. Debutó en el Mineirao, ante el Cruzeiro. En el mismo escenario y ante el mismo rival disfrutaría 24 años más tarde de su noche soñada, su máxima alegría: la conquista de la Copa Libertadores como DT de Estudiantes.

Luego regresó al Pincha, pasó por Ferro que estaba en un proceso de recambio del plantel en una temporada que disputó 27 partidos y convirtió 2 goles. Finalmente, el Profesor terminó su carrera en Irapuato de México en el año 1989.