Como hace 30 años en Canal 9, Diego espera una voz en el teléfono…

Pasó el fin de semana y el representante de Maradona todavía no pudo comunicarse con el presidente Gabriel Pellegrino para avanzar en la renovación del contrato. Persiste la impaciencia.

Como la canción de la recordada novela de Canal 9 a finales de los 80, cuando Maradona estaba en el esplendor de su carrera, el actual técnico de Gimnasia espera “una voz en el teléfono” para empezar a negociar.

Después de confirmarse la continuidad del Lobo en Primera de forma implícita por la decisión de la AFA de anular los descensos, el Diario Hoy accedió a información exclusiva desde el entorno del 10, que invita a pensar que nuevamente la relación entre la dirigencia del club y el director técnico no pasa por el mejor momento.

Según confiaron calificadas fuentes cercanas al excapitán de la Selección argentina de fútbol, Maradona quiere seguir en Gimnasia. Está conforme con el club y los hinchas, pero no quiere volver a atravesar situaciones como las que se registraron a comienzos de este año. Incluso, de muchas no se conocieron detalles porque ni siquiera salieron a la luz.

“Para empezar, el presidente se tiene que dejar de hacer el b… (sic) y levantar el teléfono para empezar a negociar la renovación del contrato del cuerpo técnico. Todos queremos seguir, pero hasta ahora no llamó”, confesó durante la tarde del domingo una de las personas cercanas a Maradona.

Entre enero y febrero, el cuerpo técnico de Gimnasia (debido a los inconvenientes económicos del club) no pudo pagar en tiempo y forma el salario de los colaboradores del técnico.
El Diez no está molesto por su contrato ni mucho menos; pero por sobre todas las cosas quiere tener a “su gente” contenta, sin preocupaciones económicas ni la incertidumbre de saber qué va a pasar ante tal o cual escenario.


Una cosa es el dinero que percibe Maradona de forma mensual, que el club amortiza por los ingresos que genera su presencia en el club. Pero otra muy distinta es el sueldo del preparador físico Castex, de Adrián González o del propio Sebastián Méndez. Ellos cobran salarios que no escapan de la media de otros contratos a entrenadores que recién comienzan a trabajar en el fútbol argentino. En otras palabras: “no les sobra nada”.

Desde el entorno de Maradona no están dispuestos a que se vuelvan a generar retrasos en el pago de sueldos, ni para el cuerpo técnico ni para los jugadores, y buscarán que Gabriel Pellegrino aporte garantías a partir de trazar un plan deportivo con nuevas ambiciones para lo que se viene.

El representante de Maradona, Bragarnik, está esperando esa “voz en el teléfono” que vuelva a acercar posiciones, calmar las aguas y empezar a proyectar el futuro como todo parece indicar: con un cambio de aire y de página para que Gimnasia pueda pensar en cosas grandes.

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