por daniel "profe" córdoba
Comparar las hazañas de Verón con las posteriores que tuvo Estudiantes es una falta de respeto
La despedida del Profe Córdoba a La Bruja Verón.
Por Daniel “Profe” Córdoba
“Si ve una bruja montada en una escoba, ese es Verón, Verón, Verón que está de joda…”. Siempre vivirás Juan Ramón Verón. Siempre. Al igual que todas las verdaderas glorias que dio el Club Estudiantes de La Plata.
Las únicas glorias, las de los años ’60
Si ni la gente sabe de ese himno con el que empecé la nota. Los que hablan de mística o se creen que Estudiantes de La Plata nació con lo que se ganó desde 1982 en adelante son giles, ignorantes totales sin tablón ni guerras de pedradas en Brasil, Chile, Perú o Uruguay.
No conocen nada
La mística del pueblo albirrojo nació y murió a fines de la década de los ‘60. Entre Miguel Ignomirielo, el profesor Kistermacher y Osvaldo Zubeldia, guiados por Don Mariano Mangano y su grandísima Comisión Directiva. Allí fue cuando el club de 55 y 1 se hizo conocido mundialmente.
Esas glorias no se están yendo, muy por el contrario, quedarán eternamente volando con sus almas sobre los eternos tablones del predio de 55 y 1.
Juan Ramón “la Bruja” Verón. A vos y a las otras verdaderas glorias obligatoriamente debemos hacerlos vigentes por siempre, pasando de boca en boca, como trovadores.
De esa manera todos los “neófitos” sabrán que ellos sí regaron con sangre, sudor y lágrimas el césped de 55 y 1.
¡Ellos si son glorias!
Comparar esas hazañas con logros posteriores es una total falta de respeto.
Lo que Juan Ramón Verón y los restantes jugadores de los ’60 hicieron aquellos años no se puede igualar nunca con lo que vino después.
Por eso digo: de ahora en más “ve una Bruja montada en una escoba, ese es Verón, Verón, Verón que está de joda…”.
Gracias eternas, Juan Ramón Verón.