Con la magia del Bochi, el Celeste se trajo un triunfo agónico

En una dura parada en Remedios de Escalada, Villa San Carlos ganó en el final por 2-1 a Talleres y así sumó la segunda victoria consecutiva. Maxi Badell y el Bochi Licht, de un córner olímpico, marcaron para el triunfo.

Villa San Carlos enfrentó a Talleres de Remedios de Escalada ayer por la noche en el estadio Pablo Comelli. Allí ganó por 2-1 en un encuentro que tuvo emociones en el final como así también una pincelada de la magia de Lucas Licht. Así, los de Miguel Restelli sumaron la segunda victoria consecutiva para llegar al decimoprimer puesto y a las 13 unidades en el Clausura. Pero lo más importante es la tabla general, donde se ubica en puestos de Reducido. Allí está octavo con 38 puntos.

El partido comenzó siendo difícil para los dos equipos porque se midieron durante el primer cuarto de hora y así el trámite fue muy chato con pocas ocasiones de gol. Hasta que a los 25 minutos Saborido tiró un centro por la derecha que Figueredo no pudo conectar por el segundo palo, en lo que era el primer aviso de la visita. Mientras tanto, los locales respondieron con una linda jugada de Farías pero un tiro desviado sobre el final de la primera parte, que tuvo más aproximaciones y lucha que chances concretas.

Ya en la segunda parte, a los 14 minutos Maxi Badell probó de zurda desde afuera del área y tras un pequeño roce del arquero el balón pegó en el travesaño. El Celeste seguía en partido, contra un rival que viene en la parte superior de la tabla, complicándole el partido al Rojiblanco y siempre tratando de generar ocasiones. Así fue que a los 38 Licht tomó el balón en mitad de cancha y puso una gran pelota en cortada a Cao, que tiró un buscapié desde la derecha y tras las dudas del arquero para salir, Badell apareció por atrás para empujarla y poner el 1-0.

Cuando todo parecía que era alegría para los de Berisso y que se traían tres puntos vitales, enseguida Talleres respondió con un golazo de Enrique, que tras una pared aérea bajó la pelota y abrió el pie derecho para poner el balón al lado del palo siendo imposible para Benitez.

Sin embargo, a la experiencia de Licht poco le importó esto porque a los 91 minutos y cuando estaba llegando a su fin el partido, el capitán de la Villa y símbolo de Gimnasia se hizo cargo de un córner desde la derecha para tirar un centro cerrado con potencia que se coló en el arco aprovechando la distracción del arquero para poner el 2-1 con un golazo olímpico.

Así, la Villa ganó por primera vez en territorio Tallarín, ya que habían jugado 12 encuentros con 9 victorias del local y tres empates. Al mismo tiempo, vuelve a convertir un gol olímpico después de 19 años porque no sucedía desde el 2003 cuando Leandro Martini lo hizo contra Cañuelas.

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