Cowen tiene obligación de pagos a la vuelta de la esquina: aguinaldo y sueldo para los empleados
El presidente electo tiene la primera misión en su gestión de no demorarle el pago del aguinaldo y el salario en dos semanas a todos los empleados. El sistema de pagos de Pellegrino establecía dos cuotas mensuales que muchas veces se retrasaron.
Sin mucho tiempo para celebrar la victoria del domingo, el presidente electo de Gimnasia tiene el primer desafío en su gestión a la vuelta de la esquina: normalizar el sistema de pagos que vienen teniendo los más de 450 empleados de planta que tiene contratados el club y que en el lapso de los próximos 15 días bucarán cobrar el sueldo de noviembre y el medio aguinaldo que se paga a mitad de diciembre.
Durante la gestión de Gabriel Pellegrino, a los empleados del Lobo se les venía pagando una parte del sueldo antes del día 10 del mes vencido, y el resto antes de fin de mes.
Si bien ese acuerdo nunca fue homologado con los representantes del gremio Utedyc, se logró frenar la ola de protestas y marchas que se habían generado a finales del 2016 (hace seis años), cuando Gabriel Pellegrino había ganado las elecciones. En aquel entonces, el presidente saliente llamó a convocatoria de acreedores y le puso intriga y suspenso a la situación económica e institucional del Lobo.
Según se supo, no son pocas las personas que estuvieron esperando un cambio de gestión incluso en las elecciones del 2019 para terminar con el método de pago actual, que por lo menos hasta hace algunos meses contemplaba el pago total de los salarios en dos veces a lo largo de un mismo mes.
Hasta el momento se supo que Mariano Cowen y parte de su equipo de trabajo intentaron mantener contactos con integrantes del fútbol profesional del club para buscar garantizar la continuidad del entrenador Néstor Gorosito y evitar tener que salir a contratar un entrenador entre Navidad y Año Nuevo. Mucho más porque de antemano estaba previsto que la pretemporada de los jugadores arrancara durante la primera quincena de diciembre.
Además, los propios jugadores ya habían marcado la cancha la semana pasada, advirtiendo la necesidad de que la nueva gestión pueda solventar la deuda que se había generado, y que según expresaron, abarcaría la falta de pago de dos meses de salarios, más otros acuerdos a los que se llegaron cuando arrancó la primavera.