El Lobo consiguió otro triunfazo en la Serie Río de la Plata 2024

Como aquel que luce más rejuvenecido mostrando el bronceado que fue adquiriendo con el paso de los días de verano, a este Lobo 2024 de Madelón el cambio de aire y de año le sienta muy bien.

Ya sin la mochila de pelear el descenso, con menos preocupaciones y con la frescura que aportan los refuerzos que quieren ganarse un puesto, Gimnasia volvió a mostrar una cara esperanzadora en el cierre de su participación en la serie del Río de La Plata ante San Lorenzo.

El equipo terminó ganando 1 a 0 con el tanto de Mammini en una de las últimas jugadas del partido, pero antes de eso fue superior a su rival por despliegue en el campo y actitud para buscar el partido.

Con Gustavo Canto como protagonista en el defensa y pasando al ataque, sumado a la movilidad de Domínguez y el compromiso de Ramírez, el Lobo marcó una diferencia en el primer tiempo ante San Lorenzo, de la misma manera que lo había hecho el lunes pasado ante Cerro Largo.

El equilibrio de De Blasis se complementa con la verticalidad de Zalazar y las proyecciones de Enrique, quien junto a Canto por el sector izquierdo se convirtieron en un arma tan antigua como eficaz para cualquier equipo: la subida de los ­laterales.

Morales, quien además de confirmar que se quedará en el club a pesar del interés de Independiente y otros clubes, se mostró tan sólido en la defensa como peligroso cuando fue a buscar los centros al área adversaria. Tanto que protagonizó una de las jugadas más claras del equipo en el primer tiempo, al intentar conectar un córner de De Blasis desde la izquierda y por milímetros no llegó a cabecear solo al gol.

San Lorenzo se vio sorprendido, pero al mismo tiempo contrarrestó y apostó a la movilidad de Bareiro y el compromiso de Cristian Tarragona, quien jugó más para el equipo que para la definición del partido.

Al exdelantero de Gimnasia se lo vio correr demasiado hacia los laterales y hacia atrás, y poco deficiente cuando quiso definir algunas de las jugadas que se presentó dentro del área.

En la parte final, tal cual había ocurrido contra Cerro Largo, Madelón hizo muchos cambios, y con los ingresos de Colmán y Troyansky el Lobo le generó muchos problemas a la defensa de San Lorenzo.

Tarrogona creció en la parte final y los defensores de Gimnasia no podían descuidarse, pero cada vez que Colmán agarraba la pelota resultó una carta de peligro ineludible para el equipo de La Plata.

La justicia deportiva llegó recién en una de las últimas jugadas del partido, cuando Ivo Mammini inclinó muy bien un cabezazo al cual accedió con mucha facilidad y complicidad del defensor azulgrana, luego de otro córner que llegó de la izquierda. San Lorenzo pagó muy caro el hecho de marcar mal en las pelotas paradas y Gimnasia se abrazó a la victoria.

El Lobo no olvidará nunca esta pretemporada por Uruguay: cambió el aire, obtuvo resultados y armó la base de un equipo que promete cosas interesantes para cuando arranque la Copa de la Liga Profesional.