El Maracaná no se toca

Pese a la intención de Flamengo para que se modifique la sede de la final de la Copa Libertadores entre Boca y Fluminense, la Conmebol ratificó el estadio mítico de Río de Janeiro para el duelo decisivo del 4 de noviembre.

Se mira y no se toca. A sólo 16 días para la final de la Copa Libertadores entre Boca y Fluminense, y tras una larga novela que duró todo el día de ayer, se resolvió que la definición se llevará a cabo en el estadio Maracaná. La medida se tomó luego de la reunión entre las dirigencias del Xeneize (que tuvo la presencia de Juan Román Riquelme) y del Flu, luego de que en Brasil surgiera la información de que Conmebol analizaba mudar el partido de Río de Janeiro por un conflicto con Flamengo, el club que hace de local allí, que presionaba para jugar unos días antes un duelo por el Brasileirao allí sumado a un trasfondo político.

La información había surgido ayer por la mañana por parte del diario O Globo de aquel país y comenzó a resonar con fuerza por estas latitudes. Por eso es que se aprovechó la reunión pautada de antemano entre las partes (Conmebol y los dos conjuntos finalistas) para tratar el tema y finalmente hubo una resolución que deja tranquilos a aquellos hinchas que ya habían sacado boleto con anterioridad.

A priori ya era poco probable que el órgano que preside Alejandro Domínguez pudiera llegar a tomar la decisión de cambiar cuando gran parte de las localidades (todas excepto los 20 mil lugares que tiene Boca) ya fueron vendidas. Además, eso implica que miles de hinchas sacaron sus pasajes y alquilaron hospedaje para estar presentes el 4 de noviembre. Sin embargo, el Mengao presionó por sus intereses.

Además, desde el Mengao habían pedido más localidades a la organización que las disponibles para los dos clubes finalistas. ¿Cuál era la alternativa si se caía el Maracaná? Se llegó a propinar al Morumbí, pero ese mismo fin de semana la Fórmula 1 se correrá en San Pablo, lo que complicaba todo aún más.

La Conmebol, que con la designación de la emblemática cancha brasileña accedió a disponer de todos los palcos del tercer piso del lado Oeste, podría negociar los del lado Este y los del segundo piso con Flamengo, que alzó la voz para que les respeten los lugares a sus beneficiarios. El ente que rige al fútbol sudamericano pretendía contar con 14 días de anticipación con el Maracaná y, de entrada, cedió un día por la agenda de la liga brasileña que marca que el domingo 22/10 chocarán Flamengo y Vasco da Gama en uno de los clásicos más importantes de la ciudad.

Es que además de adecuar las instalaciones y vestir de gala el recinto, fundamentalmente pretenden impedir que se dañe el campo de juego para que luzca impecable el 4/11. Actualmente no está en su mejor nivel y, si finalmente Flamengo cumple con su cometido y juega contra el Bragantino siete días antes de la final de la Libertadores, el escenario no estará a la altura de las circunstancias de un duelo de esta envergadura.

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