El Mundial que se viene: poco alojamiento, entradas accesibles y un laberinto para llegar a Catar…

Cómo asegurarse un pasaje de ida y vuelta por algo más de mil dólares, y sortear las peripecias de los países árabes que tienen diferencias entre ellos. Evalúan contratar yates, que estarían instalados sobre el mar, para alojar gente ante la falta de hotelería. Los tickets estarán a un valor similar o serán más baratas que en Rusia 2018.

A nueve meses y quince días del inicio del Mundial, viajar a ver la Copa del Mundo no necesariamente tiene que representar “un parto” para los hinchas argentinos, con el dólar a más de doscientos pesos como tipo de cambio.

Catar, a diferencia de Rusia (el último país donde se jugó el Mundial), tiene en general precios más caros y por momentos inalcanzables para un argentino de clase media.

Según los cálculos realizados sobre el valor de cambio, sentarse a comer en un restaurante puede significar una inversión no menor a los cinco mil pesos por día para un hincha de la Selección que quiera viajar a acompañar al equipo de Scaloni. Sin embargo, comer en la calle en un puesto de comidas rápidas resultaría una rutina mucho más llevadera para una persona que decide viajar al Mundial y proyecta quedarse al menos quince días durante la Copa del Mundo.

Los pasajes, según los cálculos realizados, se pueden adquirir por hasta 1.047 dólares ida y vuelta, partiendo en la segunda quincena de noviembre (el Mundial arranca el 21) y regresando antes del 24 de diciembre del 2022, ya que para esa fecha se encarecen los boletos por la gran circulación aérea que habrá por las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Optando por usar una aerolínea panameña, por ejemplo, se puede llegar hasta Rio de Janeiro en una low cost desde Argentina, pagando entre 20.000 y 30.000 pesos, y desde allí tomar un vuelo que podría hacer varias escalas: Panamá, París, Turquía y de allí a Catar.

Algunos datos a tener en cuenta para aquellos que estén planificando el viaje con la excusa de hacer turismo y de paso ver algunos partidos del Mundial: hay muchas diferencias políticas entre algunos países de Asia y en el mundo árabe es notable la competencia que existe entre Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Catar. De allí que, al momento de planificar el viaje, es muy importante organizar una escala en Bahrein, un país que abarca más de treinta islitas dentro del Golfo Pérsico. De esta manera se evitará arribar desde Dubai (Emiratos Árabes Unidos) o desde Arabia Saudita, ya que hay muchas restricciones para entrar a Catar llegando desde esos dos países; como suele ocurrir en Sudamérica cuando un argentino viaja a Chile y suele estar parado algunas horas con la excusa de los protocolos por el Covid-19 y los PCR.

A esta altura del año, además, las reservas de los hoteles para los últimos meses del año, cuando se juegue la Copa, ya han colapsado; y a esto se les suman las delegaciones de los países que ya están clasificados y que han cancelado un lugar en las afueras de Doha, la capital de Catar. Por este motivo, dos grupos empresarios ligados al rubro del turismo pondrán a disposición alojamiento “flotante”, dentro de yates que estarán parados en el Golfo Pérsico cerca de la costa de la capital catarí. Desde allí partirán pequeñas embarcaciones diarias a modo de taxi, para llevar a los hinchas y turistas que vayan a ver los partidos o se dediquen a caminar por tierra firme recorriendo el país anfitrión.

Se estima que para un argentino que quiera viajar al Mundial y quedarse hospedado al menos 25 días (lo que dura aproximadamente la Copa del Mundo) la travesía se podría realizar con 600.000 pesos abaratando muchos costos, parando en lugares económicos y apelando a una rutina culinaria escasa o sencilla.

Las agencias comerciales, en cambio, ofrecen paquetes que no bajan de los 7500 dólares (800.000 pesos al valor del dólar oficial o 1.500.000 pesos al valor del dólar billete) incluyendo las entradas para al menos tres partidos. En tal sentido, cabe destacar que para los cataríes no es común la reventa de localidades, como sí ocurrió en los últimos dos mundiales de Rusia y Brasil, en donde algunas personas solían pedir hasta medio millón de pesos por un lugar en la Final entre Argentina y Alemania.

“Ellos tienen mucha plata. No necesitan sacarle más plata a los turistas, a los argentinos o a los sudamericanos para beneficiarse. Son un pueblo ameno, muy aferrado a sus creencias religiosas. En el caso de intentar conseguir una entrada por reventa, los valores no serán muy distintos al oficial que ofrece la FIFA”, comentó un experimentado agente de viaje, dando por sentado que nuevamente se dará el fenómeno de muchas personas viajando a la Copa sin entradas, tratando de conseguir algunas en la puerta de los estadios como ya ocurrió en los últimos dos mundiales.

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