En el fútbol, a seguro se lo llevaron preso porque se juega con los pies

Ahora, cuando se han definido las nuevas fechas de inicio del campeonato argentino, deben estar inventando de qué manera crear algo de expectativa positiva en la gente sobre la gran Liga y la inmensa Copa Argentina. Y, obvio también, la esperadísima Copa Libertadores que se nos viene, en este caso, con uno de los equipos de La Plata como protagonistas a partir del mes de febrero.

Pero en realidad, salvo River, la gente va y viene con respecto a sus dichos y opiniones en cuanto a los, refuerzos de sus clubes y las posibilidades concretas de que lleguen o se vayan jugadores de los distintos planteles del fútbol argentino. Y también de lo que pueden esperar del club de sus amores.

Está muy bien que esperen clasificar a algo, o ganar un clásico. O en el peor de los casos, conformarse con intentar ganarles el partido del año a Boca o a River de visitante o de local.

Hace años que ya pasa que vemos como en toda América Latina clasifica cualquiera para la Libertadores o la Sudamericana, “copa de agua”.

El negocio de la televisación de los partidos, publicidades y todo lo otro que conlleva seguir mediocremente con este circo me motiva para dirigir más que nunca en este fútbol que tenemos.

Si con poquito, todos atrás y al pelotazo siempre se liga en este juego, estoy convencido de que no es tan difícil…

Sincerémonos: desorientado Boca, el resto de los equipos espera siempre la debacle del otro. El único club, equipo y director técnico obligado a ganar todo es River. No hay otra.

No vendió lo mejor y trajo de primer nivel. Lo que viene debería ser afano… A River deberían exigirle que gane los seis títulos que hay en juego. Un teórico River B debería superar por experiencia y categoría al más “encumbrado” de sus rivales.

Entonces, vayamos por lo que sobra. Por lo que queda. Sin olvidarnos de que Boca algo debe llevarse sea como sea.

Si el fútbol se jugara con la mano, firmo ya: River gana todo. Salvo “algún favorcito” arbitral o de fixture o algo ayudando a los de la Bombonera. Pero si en básquet tenías a Jordan, Johnson y Larry Bird o Pippen, ganabas todo segurísimo. En el futbol, a seguro se lo llevaron preso porque se juega con los pies.