Por Gabriel Pedrazzi
“Era un gran profesional que nunca faltaba a entrenar”
El descubridor de Kondratiuk se emocionó ante su partida.
Lo traje de Estrella de Berisso. Era categoría 1984. Era un central agresivo y fuerte y hasta se podía adaptar a jugar también por la izquierda. De su categoría era uno de los mejores en el puesto y por eso decidimos llevarlo a Gimnasia. Recuerdo que estuvo más de un año con problemas en uno de las rodillas.
En su momento, lo acerqué al doctor Darío Rebollo que le terminó enyesando las dos rodillas para que se mejore. No lo digo ahora porque haya fallecido: era un profesional con todas las letras que no faltaba nunca y vivía entrenando.
Cuando no pudo trabajar porque se estaba recuperando iba igual a trabajar el tren superior: desde la parte humana y la responsabilidad era un enorme profesional. Fue muy duro todo lo que le pasó y deseo que Dios lo tenga en la gloria.
