La Garra Charrúa fue justa campeona

Sin dudas que ganar seis de los siete partidos del certamen dejan a la Celeste como un justo ganador del Mundial Sub-20. Pero más allá de eso, que va estrictamente a los resultados, en cuanto al juego también fue uno de los mejores equipos del torneo y con participaciones más que importantes para los juveniles uruguayos, que muchos sorprendieron y llamaron la atención del público argentino como así también de los ojeadores o espectadores mundiales.

Con la mayoría de los jugadores jugando en Uruguay, los ejemplos como Franco “Cepillo” González, Matías Abaldo (se perdió la final por lesión) o Alan Maturro (uno de los pocos que juega en Europa) fueron de los puntos más destacados. Aunque también en esa lista entran Matías Abaldo, Sebastián Boselli y Andrés Ferrari o Anderson Duarte, que lo reemplazó de buena manera convirtiendo goles, y que formaron parte de la base del equipo comandado por Marcelo Broli.

En total Uruguay ganó seis encuentros, perdió uno (frente a Inglaterra en fase de grupos), pero también convirtió 12 goles y le metieron tan solo dos tantos, que fueron en el encuentro contra los británicos. De esta manera, en los seis encuentros ganados tuvo valla invicta y en la fase de mata mata desde octavos a la final Randall Rodríguez fue imbatible, pero también con la importancia de los defensores como Boselli, Maturro o Facundo González.

La tercera fue la vencida

Uruguay tuvo que esperar a la tercera final del Mundial Sub-20 para quedarse con el campeonato y entrar como la Selección número 13 que consigue el campeonato del mundo en dicha categoría. Anteriormente la Celeste se había quedado en las puertas de levantar el trofeo, ya que en 1997 y 2013 perdió las finales contra Argentina y Francia respectivamente. Mientras que en 1979 consiguió el tercer puesto al ganarle a Polonia, pero en 1977, 1999 y 2017 perdió para quedar en el cuarto lugar.

De esta manera, nunca mejor quedó la frase que la tercera fue la vencida y los pibes uruguayos entraron a la historia de su país.