GIMNASIA
La locura de un Bosque a oscuras y ampliado
Gimnasia vibró con una nueva victoria de la Piponeta en el Bosque y su gente le dio color a una noche de viernes en un Juan Carmelo Zerillo que contó con remodelaciones en su estadio.
Gimnasia dio una nueva muestra de convencimiento y subió al máximo la ilusión de sus hinchas al imponerse 2 a 0 a Godoy Cruz. Por supuesto, el diario Hoy estuvo presente en el corazón del estadio Juan Carmelo Zerillo para vibrar con una nueva presentación de la Piponeta, pero también para conocer cómo viven los hinchas el presente del equipo.
Ya en la previa, el monumento del Bosque estuvo tan colmado como la tribuna Centenario. Bombos, trompetas, papelitos, familia y amigos se juntaron para palpitar la previa del encuentro entre el Lobo y el Tomba.
Emiliano se tomó unos momentos para dialogar con este diario dejando por unos instantes en espera a sus amigos Federico, Candela y su novio Hugo. “Hace mucho no teníamos un momento así. Desde que llegó Pipo creció mucho la ilusión del hincha. Percibimos un equipo comprometido, que siente los colores y por sobre todas las cosas representa al hincha”, afirmó.
Pero ojo, la hinchada no solo se encargó de darle color a la previa del partido. También durante los 90 minutos alentó constantemente. Y el hit “Los pibes salimos desde el Bosque, qué Tripero es el barrio” no sonaba, retumbaba ya sea en las tribunas del Juan Carmelo Zerillo como también en cada casa del barrio El Mondongo que podía sentir a “La 22” dentro de sus propios hogares por el fervor de los cantos.
No solo en la popular el hincha vivió con inmensa emoción la noche del viernes. También en las plateas Néstor Basile y la techada se sintió el apoyo a la Piponeta.
El Clásico dialogó con la madre de Agustín Cardozo, minutos antes del comienzo. Y esta no dudó en agradecer el amor de los Triperos por su hijo, como también aseguró: “Pitín al igual que sus compañeros dejan todo por la camiseta. Esa es la clave de este Gimnasia”.
¡Explotó el Bosque!
Segundo tiempo, penal para Gimnasia. El capitán tomó la pelota, la besó, el estadio expectante. Brahian Alemán lo cambió por gol y el Zerillo entero deliró de locura. 1 a 0, merecidísimo para el Lobo y a un punto del líder.
La confianza fue absoluta, pero claro está faltaba la frutilla del postre. Benjamín Domínguez enamoró un poco más al Triperío con su rebeldía, magia y potrero. Alemán asistió y Contín resucitó. Gol, emoción y atrás la lesión que lo marginó por más de seis meses. El Bosque fue una fiesta de viernes por la noche.