Por Daniel “Profe” Córdoba
La receta del Profesor para ganarle a River
Como lo hacía Zubeldía, el zorro de Junín, hay que atacar desde la marca a River si se le pretende ganar, o al menos no pasarla mal.
El River actual es el mejor equipo argentino. Pero ¿es imposible frenarlo? No. ¿Qué haría si me tocara enfrentarlo?
Si tomamos como referencia la última formación que aplastó al Argentinos Juniors de Gabriel Milito, sería simple, y ya lo hemos hecho cuando nos tocó enfrentar a equipos mucho más poderosos que el actual de Núñez.
Sería algo parecido a esto: la clave es que River no juegue con el balón en su poder y obligarlo a lanzar largo y alto y no con pelota al piso.
Con dos gigantes centrodelanteros taparía la salida clara y cómoda de los centrales de River. Ahí ya lograría ganar pudiendo ensuciarles la salida y ganándoles de alto al atacarlos. No hay que olvidarse de que River no tiene buen juego aéreo defensivo.
A sus laterales los marcaría, y atacaría con dos jugadores, que Estudiantes los tiene.
De los dos centrocampistas, mandaría a uno contra Enzo Pérez a marcarlo, y luego atacar el área rival.
Hasta aquí he usado cinco jugadores para presionar alto y atacarlos sin darles respiro.
Ubicaría a dos laterales que se “coman” a los dos externos creativos y que se cierren si estos lo hacen dejando bandas; porque, si se vienen los laterales, estos vendrían con marca.
Me quedan tres jugadores de Estudiantes para tres de River.
A estos los tomaría con el cinco más retrasado y los dos centrales del Pincha.
Sería para los de la banda roja muy complicado acercarles juego limpio y claro, teniendo en cuenta que hay todo un sistema de presión y ataque de Estudiantes bien agresivo y alto.
Si Estudiantes se mete del medio hacia atrás y deja a River manejar la bola, va a correr con la misma suerte que han corrido los ocho o nueve equipos que ya fueron derrotados en fechas anteriores uno tras otro.
O sea, tendría Estudiantes, muy posiblemente, situaciones de gol de River; y sería presionado por este y le costaría muchísimo crear jugadas de gol o manejar balón o ritmo e intensidad de juego.
Atacar desde la marca como lo hacía el zorro de Junín. Mi maestro, como también lo son Ignomiriello o Rinus Michel o Tugel.