Los chicos del Pincha “estuvieron a la altura” y le demostraron al técnico que “hay que creer…”

Hace 18 años, en la primavera del 2006, el Cholo Simeone sostenía que “había que creer” cuando Estudiantes empezaba a pelear el campeonato contra Boca.

En aquel momento, en la cancha de Newell’s, el mismo entrenador mandó a la cancha a Pablo Piatti cuando el partido estaba 1 a 1 y el chico debutó y marcó el gol de la victoria.

Anoche, en circunstancias distintas, la misma escena se repitió con Joaquín Tobio Burgos, quien le demostró a Eduardo Domínguez que “hay que creer” y confiar en los más chicos, a los que hace menos de dos meses había tildado de “no estar a la altura de las circunstancias”.

Tras esas declaraciones, la comisión directiva tuvo que intervenir a través de Marcos Angeleri y los juveniles de Estudiantes y de Schunke, el técnico que hace funcionar a la Reserva como un equipo aceitado y eficiente, empezaron a ganar protagonismo.

Ayer, sin ir más lejos, se presentó un escenario potable para que algunos jóvenes pudieran mostrarse, ya que tanto Luciano Giménez, como Guido Carrillo estaban lesionados. Para colmo de males, en el calentamiento previo al partido contra Banfield también se terminó lesionando Edwin Cetré.

Sin embargo, el propio Domínguez esperó hasta los últimos minutos del partido para mandar a la cancha a Joaquín Tobio Burgos, de 19 años, para que el equipo termine ganando.

Estudiantes se mostró firme y decidido, pero trabajó el partido al ritmo de jugadores veteranos que están más para pensar en el retiro que para definir un partido, como Sosa, Piatti y Enzo Pérez.

Apenas con el despliegue de Thiago Palacios se puso arriba en el marcador, luego de que le anularan una definición al propio Piatti, quien como se mencionó, lleva 18 años temporadas desde que debutó en el fútbol profesional.

Lejos de aguantar el resultado, en el segundo tiempo Estudiantes no pudo tolerar la embestida del Taladro, que llegó al empate aprovechando la imagen de debilidad entre una defensa y un arquero como Mansilla, a quien solo le queda el recuerdo de los penales heroicos atajados en la Final de mayo contra Vélez.

El Pincha no demostró argumentos sólidos para imponerse en la cancha y ganar el partido. Pero se amparó en la frescura y desfachatez de un juvenil como Tobio Burgos, que recibió una asistencia en diagonal al área y sacó un sablazo que se clavó en el palo izquierdo del arquero de Banfield para decretar bel triunfo.

De este modo, el equipo sumó la segunda victoria consecutiva y acrecentó la levantada en la Liga Profesional de Fútbol, escalando posiciones y alcanzando la misma cantidad de puntos que Gimnasia.

¿Quién es Tobio Burgos?

Joaquín Tobio Burgos tenía apenas un año y empezaba a caminar cuando su actual compañero del plantel de Estudiantes, Pablo Piatti, debutó en la cancha de Newell’s en el torneo Apertura 2006, que luego terminaría ganando el Pincha.

Se trata de un futbolista que nació el 14 de diciembre del 2004, que tiene 19 años y mide 1.78, además de pesar 72 kilos.

Se formó en Atlético Chascomús, que llegó al Pincha luego de haber sido detectado como uno de los mejores talentos de la ciudad de la laguna y hace un mes firmó su primer contrato.

En la Reserva de Schunke, que fue tantas veces ignorada por Eduardo Domínguez, se destacó por su habilidad y definición con la pierna zurda, con la que ayer definió el partido contra Banfield.

Juega de volante o extremo zurdo con llegada y podría convertirse rápidamente en el reemplazante del propio Piatti o ser alternativa a Thiago Palacios, Manyoma o Cetré.

Se bajó el telón de la fecha 17

Ayer se cerró la decimoséptima fecha del certamen doméstico con tres duelos además del triunfo del Pincha ante Banfield en el Sur. Por un lado, en un emocionante encuentro de la Liga, Tigre logró una importante victoria como visitante al vencer a Atlético Tucumán por 2-1 en el Estadio Monumental José Fierro. Este partido fue crucial para ambos equipos, que buscaban retomar el rumbo tras una racha de tres partidos sin victorias.

Por otra parte, Defensa y Justicia tuvo un comienzo arrollador en el Norberto Tomaghello de Florencio Varela. A pesar del respeto que imponía Rosario Central, por la notable victoria adquirida contra Vélez en su última presentación, al Halcón le alcanzaron 15 minutos para imponer condiciones ante su gente. Juan Miritello fue el encargado de poner en ventaja al combinado liderado por Pablo De Muner con dos apariciones fugaces en las que parecían liquidar el pleito con mucha antelación.

En otro de los duelos de ayer, Barracas Central e Independiente Rivadavia de Mendoza igualaron 1 a 1.