copa argentina

Luján corrió por el millón, pero Estudiantes se hizo rico en los penales

El Pincha igualó sin goles en los 90 minutos ante Luján y en la definición desde los doce pasos, superó 4 a 1 al equipo que milita en el ascenso. Clasificó a la siguiente fase y espera por San Lorenzo o Colón

No hay caso: Cuando hay un millón en juego, hasta el más pata dura corre como un verdadero campeón. Esto es lo que le pasó ayer a Luján, un humilde equipo de la Primera C, que antes del partido ya había acordado repartir los 970 mil pesos que estaban en juego y varios futbolistas habían planificado pagarse sus vacaciones de verano en el exterior con la parte del dinero que les hubiese tocado repartir. 

Lucas Chambi, un delantero con condiciones para jugar en Primera, pero que por esas cosas del fútbol está en la C, cobra cerca de 25 mil pesos por mes y se había ilusionado con llevar a su novia a Florianópolis a fin de año. 

Jonathan Duche, en tanto, tenía proyectado comprarse un modesto autito para evitar tener que tomar dos colectivos cada vez que va a entrenar, ya que recorre varios kilómetros desde Merlo. 

Algo parecido le pasa al capitán Maximiliano Pighín, quien ya había sido una de las figuras la semana pasada ante Villa San Carlos y que ayer fue uno de los que acordó el reparto del dinero con los jugadores y la dirigencia y apuntaba a saldar una deuda con el banco. 

Todos, al fin de cuentas, jugaron por el amor a la camiseta y la necesidad de aprovechar un ingreso extra, que en tiempos de crisis tiene un valor agregado. Estudiantes, sin embargo, quiso imponer su juego y nunca logró sentirse cómodo en la cancha. 

Apenas un cabezazo de Schunke y otra definición similar de Albertengo pusieron de rodillas al equipo del ascenso, pero el arquerito Ruhl se encargó de mantener el cero. 

El equipo de Benítez sintió la presión de los delanteros lujaneros y tanto Campi como Andújar se mostraron inseguros y tuvieron errores de cálculo que le pusieron suspenso a la tarde.

Como aquel que está necesitado y urgido en el conurbano y mira de reojo las puertas de un supermercado para entrar a buscar mercadería, Luján batalló con Sánchez, se animó con Duche y soñó con Vera Borda en el final, pero se quedó en la antesala de la definición. 

Estudiantes, que no encontró espacios para que Pellegrini pueda lucirse, y encima Apaolaza estuvo bien marcado por los centrales, se fue consumiendo en su propia impotencia con el correr de los minutos. 

Ya con el sol de frente y el cheque esperando por su portador, las caras de preocupación llegaron hasta el sorteo con el árbitro en la definición por penales, en donde se impuso la jerarquía de los jugadores de la A en comparación con los de la C. 

Gastón Fernández, que no pudo hacer mucho en cancha, definió con clase al ángulo, empezando a poner paños fríos desde el primer remate de los doce pases. 

Chambi, el mejor de Luján, se apuró al querer engañar a Andújar y terminó mandando la pelota afuera. 

Pavone desplegó toda su experiencia y trayectoria para ampliar la diferencia, y Andújar le contuvo la definición a Segel. Rodríguez y Schunke no fallaron y el Pincha se terminó     desahogando luego de haber sufrido ante la fricción del rival. 

Hasta ahora en la era de Benítez, no le habían jugado de esta manera. Siempre fue de atrás hacia adelante contra rivales que tenían la obligación de ser protagonistas como Gremio, Boca, Godoy Cruz en Mendoza, o Belgrano en Córdoba. 

Una buena prueba que aprobó con lo justo y que le servirá para replantear la estrategia en el futuro. 

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