por galopón

No son buenos los vientos que soplan en la actividad turfística

“Cuando veas las barbas de tu vecino rasurar”... El Hipódromo de Tandil anunció que suspendió la reunión del próximo domingo 25 porque no recibió el Fondo de Reparación. ¿Puede pasar lo mismo en el de La Plata y en el resto de las pistas de carrera bonaerenses que “dependen” también de esa ayuda para su funcionamiento?

Por GALOPON

Arrancó la temporada 2024 del turf y son más las pálidas que las buenas noticias, sobre todo para los hipódromos bonaerenses que dependen del gobierno de la Provincia, tales como los casos de La Plata, San Isidro, Dolores, Azul y Tandil. Precisamente, al circo hípico de la ciudad serrana le “toca” ser protagonista de este mal momento de la hípica porque debió suspender nuevamente la reunión anunciada para el próximo domingo 25 del corriente. La decisión que tomó el Club Hípico de Tandil —que regentea dicho hipódromo— la hizo saber oficialmente mediante un comunicado emitido en las últimas horas, el cual es bien clarito: “La suspensión de la reunión prevista para el día 25 de febrero próximo es en razón de no haber recibido, de parte de la Dirección de Lotería de la provincia de Buenos Aires, los fondos correspondientes al Fondo de Reparación, de acuerdo a lo determinado por la ley 13.253”.

Cabe acotar que esta reunión se debió haber realizado el martes 13 de febrero pasado, pero en su momento se suspendió por los mismos motivos. Y es algo que puede extenderse a los otros centros hípicos que dependen de dicho “fondo”. El semáforo del turf actualmente está en luz amarilla de alarma. Esa alarma ya tuvo sus consecuencias en los dos —de los tres— hipódromos más importantes del país, como lo son La Plata y San Isidro.

El Hipódromo platense no tuvo reuniones al principio del corriente año debido a un “paro consensuado” entre la administración del Hipódromo —en la persona de Mariano Cowen— con la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores La Plata. Una “mise en scene” montada burdamente para detener la actividad y así poder juntar los fondos para abonar los premios de las dos carreras más importantes —el Dardo Rocha y el Joaquín V. González— disputadas el pasado 2 de diciembre.

También San Isidro sufrió las consecuencias de un paro de actividades, por parte de los jockeys por reclamo de mejoras salariales, el viernes 19 de enero pasado y que dejó sin carreras al hipódromo norteño por más de una semana.

En síntesis, la actividad hípica bonaerense —que da de comer a tanta gente— está “atada con alambre”. En lo que respecta al teatro del turf del barrio Hipódromo, se sabe que “solo” hay plata para diez carreras por reunión —quizás once— y de esa forma trabaja la gerencia de carreras en la organización de los programas. Ni más ni menos, aunque los cuidadores y propietarios pongan el grito en el cielo.

Lo triste de todo esto es que la situación puede agravarse y que la actualidad que hoy vive el hipódromo tandilense se traslade a los otros centros hípicos bonaerenses.

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