Por Daniel “Profe” Córdoba

Nunca es tarde para recurrir a tu mística, Estudiantes

Mañana a las 15.45 se enfrentan dos equipos con mucha tradición en el fútbol argentino. Para el Pincha el campeonato quedó lejos, pero nunca hay que darlo por vencido. Para Colón, el premio llegó hace unos meses, pero nunca se conforma y va a ir por más.

Estuve en Estudiantes casi dos años y medio como técnico. En su momento me tocó dejar atrás la palabra “descenso” como entrenador del equipo. Dejamos al equipo que agarramos con 0,4 de promedio con un muy buen colchón de puntos y logramos, con las ventas que se hicieron, salvar al club de la quiebra. Algo impensado en los tiempos que corren, pero no tan lejano en el tiempo y que muchos chicos no saben.

Cuando me tocó dirigir al equipo logramos vender jugadores por casi 30 millones de dólares en dos años y unos meses. Se fueron Verón, Calderón, y más adelante el Loco Martín, a quien habían mandado a cortar el pasto en la cancha auxiliar con el ruso Ferrín, antes que uno llegue al banco de suplentes.

Fuimos casi campeones. Llenamos canchas de visitante y nos fue muy bien en los clásicos, sin perder nunca contra el eterno rival.

También debutaron juveniles, casi sin infraestructura en aquellos años, en donde se trabajó mucho en el Country de City Bell. Siempre creí en la mística que tiene Estudiantes y reconozco que se genera algo especial en este club en los momentos en los cuales todo parece cuesta arriba.

Ahora se viene Colón después de una racha de cinco partidos sin ganar. Pero si nosotros en aquellos años, con menos estructura pero con la misma camiseta, fuimos capaces de pelear campeonatos, jugar de igual a igual en cualquier cancha y hasta golear a los más grandes como River que venía de salir campeón de América en el mismísimo estadio Monumental, ¿cómo no se va a despertar esa mística en algún momento, aunque los cambios no ayuden y algunas decisiones cuesten entenderse?

En Colón me tocó estar solo seis meses. Ahí me quieren como a Diego en el Lobo. Llegué de otro lado, de La Plata, y rápidamente la gente nos reconoció por llegar lejos en la Copa Libertadores con un equipo que en los 90 nunca había llegado a tanto.

Los conozco a los dos clubes por haber transitado y caminado por los vestuarios, los pasillos y los predios. Tienen orígenes distintos en ciudades diametralmente opuestas.

De un lado, la confianza y la gloria de aquellos que se vieron ganando todo en los 60 con hazañas asombrosas mundialmente. Por el otro lado, la humildad del laburante que hace menos de medio año ganó un medio campeonato.

Algunos dirán que hay uno de los dos que suele mirar de arriba. El del norte desde abajo. Exigencia contra aliento. Resultadismo contra calor.

Todo puede pasar mañana en Santa Fe.

* Exentrenador de Estudiantes y Colón de Santa Fe, dos equipos que mañana se enfrentan por la fecha 18 del campeonato

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