Pasión por los fierros: cuando Menem y Reutemann corrieron juntos e hicieron podio

A fines de 1989, el entonces presidente y el subcampeón de Fórmula 1 conformaron una dupla en el “Primer Encuentro de los Famosos”, un evento monomarca en el que salieron terceros.

Carlos Menem fue un apasionado del deporte y un amante de la velocidad, siendo el automovilismo una de las disciplinas que practicó de verdad. Llegó a correr fechas mundialistas del rally en nuestro país y también formó dupla con Carlos Alberto “Lole” Reutemann en el denominado “Primer Encuentro de los Famosos”.

Fue una iniciativa del propio Menem, quien se la propuso a Franco Macri, por entonces a cargo de Sevel. El evento se cristalizó y tuvo dos fechas, una en La Rioja y otra en Buenos Aires. Todos los competidores emplearon el flamante Duna SCX. El expresidente y el subcampeón de Fórmula 1 de 1981 completaron el podio en la suma de tiempos.

Si bien Reutemann se retiró de la máxima categoría en la segunda fecha de 1982, corrida en Brasil, en 1985 tuvo su despedida por los puntos en la fecha del Mundial de Rally en Córdoba, donde salió tercero con un Peugeot 205.

El “Primer Encuentro de los Famosos” en particular tuvo la presencia de expilotos, como el caso de Lole: Juan Manuel Bordeu (campeón de TC en 1966), Rubén Daray, ­Gastón Perkins (campeón de TC en 1969), José “Pepe” Migliore (tricampeón de TN) y otras figuras de décadas pasadas, como ­Néstor Jesús García Veiga, Jorge Ternengo, Ricardo Zunino (ex-F1) y Benedicto ­Caldarella.

“Correr junto al presidente fue un gran halago, pero también un compromiso tremendo”, agregó el corredor, que junto a Menem resultaron séptimos en la segunda batería. “Me divertí bastante al lado de un pilotazo como el Lole, fue un paseo veloz”, dijo el exmandatario.

La pasión por la velocidad,compartida con su hijo 

El amor que tenía el riojano por los fierros lo heredó su hijo, Carlos Menem Jr., quien corrió también competencias internacionales de rally, además de los certámenes nacionales y el bonaerense.

Desafortunadamente, el 15 de marzo de 1995, a los 26 años, al hijo del mandatario lo sorprendió la muerte piloteando un helicóptero Bell 206 Jet Ranger en compañía de otro famoso piloto argentino, Silvio Oltra, tras haber caído la aeronave en que ambos viajaban rumbo a su debut en el Súper TC 2000.

Su amor por River y el día que jugó con Maradona en la Selección argentina

Carlos Menem fue uno de los presidentes que más demostró su fanatismo por su equipo, en este caso River Plate. El mandatario era hincha incondicional de la Banda y no son pocas las fotos que tiene como máxima autoridad del país con la camiseta puesta. En su mandato, además, el conjunto de Núñez no paró de cosechar títulos.

El 21 de julio de 1989, la Selección argentina disputó en la cancha de Vélez un partido a beneficio. El conjunto albiceleste estaba integrado mayormente por los campeones mundiales de México 1986, Maradona incluido. Sin embargo, el capitán de dicho equipo fue Carlos Saúl, a pocos días de asumir su cargo.

El rival de turno era un combinado integrado por reconocidos futbolistas de ese entonces, como Carlos Ischia y Hugo Orlando Gatti, entre otros. Jugó de volante central, con la camiseta número 5, repartió con corrección el juego y hasta rodó por los suelos y se permitió un par de gambetas que demostraron su buena técnica futbolística.

La era privada del fútbol argentino por televisión en los años 90

En 1991 se produjo el hecho que marcaría un quiebre en las costumbres de los hinchas. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) firmó un contrato con la empresa Televisión Satelital Codificada (TSC) Sociedad Anónima, compuesta por el Grupo Clarín y la productora Torneos y Competencias (ahora Torneos) en partes iguales. En resumen, con el correr de los años el fútbol argentino de Primera división era solo televisado para determinadas empresas de cable y, para ver algunos partidos, era obligatorio pagar un plus. Las excepciones fueron los partidos del viernes, que se transmitían por canal 7 para todo el país, y los de América TV, pero solo para Buenos Aires.

El alto perfil público que asumió su creador, Carlos Ávila, el crecimiento explosivo que tuvo a partir de 1993, la ostentación desembozada de su poderío económico y sus relaciones políticas, y la arbitrariedad con la que hizo y deshizo en el ambiente del fútbol y de los medios transformaron a TyC en mucho más que la productora líder en contenidos deportivos de TV.
En paralelo con la retirada de Carlos Menem, de quien fue amigo y compañero de largas tardes de golf, a fines de los 90 Ávila empezó a vender sus participaciones accionarias en TyC hasta retirarse del todo de su máxima creación.

Noticias Relacionadas