Perrone recordó el día que Griguol le ganó a Bilardo en la Bombonera

A 24 horas del partido entre Boca y Gimnasia, el flamante coordinador de las divisiones inferiores y exayudante de Carlos Timoteo Griguol en 1996 recordó la histórica goleada del Lobo que le amargó la fiesta al Xeneize el día que se inauguraron los palcos.

Corría el mes de mayo de 1996, en el contexto de un otoño que tenía a los adolescentes escuchando Los Rodríguez, a la tele con series populares como Poliladron y a equipos de fútbol plagado de estrellas como Maradona, Caniggia y Francéscoli, entre otros.

El 5 de mayo de aquel año, hace casi 25 años atrás, Gimnasia consumó la victoria más preponderante en la mítica Bombonera, acaso el estadio más reconocido de la Argentina a nivel mundial, y en donde muchos aseguran que las tribunas se mueven y el piso tiembla.

En aquel equipo, tal vez el mejor de la historia del Lobo, se lució el mejor Guillermo, explotó Albornoz y fue a la Selección y se destacó el Beto Márcico.

Gimnasia peleaba con el Boca de Bilardo, el River de Ramón Díaz, el Independiente de Menotti, el Vélez de Bianchi o el San Lorenzo del Bambino Beira y de Ruggeri. Eran torneos cortos, pero duros y altamente competitivos. Y nadie pudo ganar con semejante diferencia en el Alberto J. Armando.

Aquel día, Gabriel Perrone, hoy de regreso en el Lobo, era la mano derecha del Viejo Timoteo, quien marcó una era en el club y dejó una huella imborrable que perdura en el tiempo.

En la previa a otra visita de Gimnasia a Boca, Perrone atendió al diario Hoy para recordar lo que significó aquel partido histórico que Gimnasia empezó a ganar a los dos minutos con un gol del Mellizo, pero que había trabajado mucho en la semana.
“Griguol no era de esos técnicos que gritaba o andaba diciendo cosas en el vestuario. La mejor motivación era el trabajo que él ordenaba en la semana, y que después se daba todo tal cual en la cancha y en los partidos. Recuerdo que llegamos ese día a la Bombonera sabiendo que Boca iba a marcar con 3 en el fondo. Estaban Fabri, Vivas y Mac Allister. La idea del Viejo era que Guillermo se pare en el centro de ellos tres para hacer que se junten los stoppers y así que se generen espacios por los costados para que pudiéramos atacar con Albornoz o con el Beto. Por la derecha, ellos se juntaban con Gustavo que atacaba por ese lugar, y por la izquierda se juntaban con el Yagui Fernández que pasaba. Salimos a la cancha y así se dio el partido. Y a los dos minutos ganábamos 1 a 0”, recordó Perrone.

“Yllana y Larrosa eran los dos volantes centrales y teníamos una línea de tres. Ese día les entramos jugando por afuera. El Yagui y el Beto atacaban por la izquierda y manejaban la pelota muy bien. Y pasaba lo mismo entre Albornoz y Gustavo por la derecha”, recordó Perrone.

En cuanto a la pregunta acerca de si se puede repetir alguna vez una goleada como la de aquella tarde en la que el equipo de Griguol le ganó al de Bilardo, Perrone aseguró: “Es difícil pensar en cómo saldrá el partido ahora porque son cosas muy distintas. En aquel 1996 nosotros entrenábamos en la semana y los jugadores entraban a la cancha confiados, porque sabían que lo que iba a pasar en el partido era lo que habían ensayado toda la semana. Y así resultaba”.

Hoy Perrone sigue de cerca la salud del Viejo Timoteo, quien hace varios años está recluido en su casa de Caballito, pero que de alguna manera mañana recibirá noticias de otra presentación de Gimnasia, en La Boca, como toda la familia Tripera, con la esperanza de volver a ganar para pensar otra vez a lo grande como en aquella década de 1990.

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