Piden que se declaren los dólares que entraron por las ventas de jugadores de Villa San Carlos

A 48 horas del debut en el torneo de la B Metropolitana y en el contexto de un país en el que se menciona cada vez más la posibilidad de dolarizar la economía, un grupo de socios del club Villa San Carlos evalúa pedirle a la dirigencia que pueda declarar y evaluar entrar en el blanqueo que propuso el gobierno, todo el capital en dólares que le ingresó por la transferencia de tres jugadores en los últimos meses.

Se trata de Samuel Portillo, quien pasó a Deportivo Riestra y jugará en Primera, Juan Saborido, quien pasó a formar parte de Platense, y de Ignacio Guerrico, quien llegó desde ADIP y se fue a jugar a Eslovenia.

El caso más resonante y que disparó muchos comentarios entre el brindis de Año Nuevo y las silenciosas tardes de enero en las playas de La Balandra fue el del paraguayo Portillo, quien en su momento no fue tenido en cuenta, lo cedieron a préstamo, explotó en otro club y finalmente está en Platense.

Según pudo averiguar este diario, Portillo tenía contrato vigente con Villa San Carlos, pero a los fines de eludir el pago de una comisión (iba a ser de 10 mil dólares) se le rescindió el contrato y se llegó a un acuerdo con Platense para recibir 30 mil de la moneda norteamericana.

Fue el propio Alan Molina, allegado del presidente Juan Manuel Córdoba y encargado del área de comunicación en el club de Berisso, el que negó la posibilidad de aclarar esta situación con el propio presidente del club o con el entrenador Lucas Licht, quien pasó de ser jugador a técnico a cambio de renovar su contrato y sumar allegados que también trabajan en Defensa y Justicia y clubes de la Liga Platense.

De acuerdo a lo que pudo averiguar este multimedio, Villa San Carlos tenía registrada una cuenta en dólares en la sucursal del Banco Crediccoop de Berisso, pero la misma habría sido cerrada por la actual gestión, que además está integrada por varios funcionarios de Fabián Cagliardi. ¿Dónde están los dólares entonces?

El otro caso resonante es el de Juan Ignacio Saborido de 25 años, quien tras jugar un año en Deportivo Caballero de Paraguay terminó recalando en Platense.

Saborido se formó en Estudiantes y llegó a Villa San Carlos en el 2019. El interés del Calamar Calamar se inició antes de la salida del Loco Martín Palermo, quien a través de un contacto con Gastón Sessa recibió las mejores referencias. En Berisso estiman que habrían ingresado cerca de 50 mil dólares por el pase.

Además, el tercer caso que resuena en la vecina ciudad es el del exjugador de ADIP Ignacio Guerrico, quien se fue a jugar a Eslovenia, pero que para hacerlo habría llegado a un acuerdo económico con las autoridades del club.

En total, se sospecha que los dirigentes de Villa San Carlos recibieron como ingresos por transferencias cerca de 100 mil dólares en los últimos 12 meses, de los cuales una parte se destinó a obras en una de las tribunas en el estadio.

Si bien la cifra parece menor, la realidad es que para un club de fútbol de la Primera B Metropolitana que tiene aproximadamente 1.000 socios de los cuales se estima que un poco más de la mitad paga la cuota al día, los valores son significativos.