Un Bosque colmado no pudo disfrutar en su regreso

Gimnasia jugó su primer partido de local en este 2024 donde el Juan Carmelo Zerillo estuvo repleto pero el resultado no acompañó. Además, hubo reconocimiento a 30 años de la Copa Centenario.

A pesar de las altas temperaturas por este comienzo de la ola de calor en la provincia de Buenos Aires, el pueblo tripero se acercó desde temprano a las adyacencias del Juan Carmelo Zerillo para vivir lo que fue el regreso a su casa en este año. Después de un sufrido 2023 que terminó con el desempate en Rosario, Gimnasia había comenzado el año con buenas actuaciones en la pretemporada y un buen triunfo en Córdoba contra Talleres, por lo que había una ilusión muy grande en el partido de ayer a la tarde.

Como se esperaba, el Bosque estuvo colmado tanto en las dos populares como en la platea Néstor Basile y la platea Techada que el lunes por la tarde habían agotado el remanente de 300 lugares anuales. Sin embargo, a pesar del aliento, de la gran cantidad de gente bajo un calor que azotaba pero por suerte para los simpatizantes al comienzo del partido el sol comenzó a bajar, el resultado no fue el esperado porque el equipo de Leonardo Carol Madelón fue bajado de un hondazo de esa ilusión en manos de Independiente Rivadavia.

El aliento del público albiazul fue importante en el segundo tiempo para ese intento de remontada que comenzaba a gestarse con el gol de Felipe Sánchez y luego con el descuento de Benjamín Domínguez, pero finalmente terminó todo en empate. Tras el partido hubo un cruce picante con un socio cara a cara con el presidente Mariano Cowen y algunos miembros de Comisión Directiva donde discutieron acerca de algunas cuestiones del año pasado del Lobo y también del mercado de pases actual.

Anteriormente al encuentro, hubo un sentido homenaje a parte del plantel campeón de la Copa Centenario 1994 ya que ayer justo se cumplieron 30 años de la final ganada en el Bosque a River por 3-1. Con presencia de jugadores históricos como Jorge San Esteban, el Topo Sanguinetti, Sergio Dopazo, el Indio Ortíz o Lolo Lavallén, los futbolistas estuvieron en el campo de juego y posaron con el trofeo aunque el momento emotivo fue en la foto donde estaban presente los hijos del recordado Hugo Romero Guerra.

El goleador uruguayo convirtió un gol en aquella final, dejó un grato recuerdo en el equipo Mens Sana y falleció años atrás por lo que fue homenajeado por Julisa Guerra Gómez, Jamila Guerra Gómez, Delfina Guerra y Hugo Guerra, hijos del inolvidable centrodelantero.

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