Una tarde plagada de visitas en la tranquila Tucumán

Nacido en el Lobo, Matías García, actualmente jugador de San Martín de dicha provincia, atendió gentilmente a este medio 

Matías García se fue de Gimnasia masticando bronca. Relegado por Gustavo Alfaro y sintiendo de cerca la indiferencia de la Comisión Directiva pasada, “El Caco” encontró en San Martín de Tucumán el espacio ideal para poder demostrar sus condiciones.

Radicado hace un año en San Miguel, el volante aprovechó la ocasión para saludar a sus excompañeros en la antesala del partido frente a Atlético.

“Vine a saludar y recordar buenos momentos con amigos. Siempre estoy en contacto con los chicos para saber cómo están. A pesar de haberme ido, dejé muchos amigos. La semana pasada estuve unos días en Buenos Aires porque jugamos de visitante, y vino a verme Matías Noble, así que siempre estoy al tanto”, comentó a El Clásico Radio.

Aunque su salida se dio hace exactamente un año y sus planes son otros, espera que en algún momento de su carrera surja la chance de volver. “Muchos que pasaron por el club y se fueron tuvieron una segunda oportunidad, ojalá tenga la mía y pueda vestir otra vez esa camiseta”, añadió el volante.

En cuanto a su presente en el Santo, elenco que participa en el torneo de la B Nacional, dijo: “Es una ciudad tranquila y muy futbolera. San Martín es un equipo grande, que está buscando resurgir. Yo estoy cómodo, me siento bien porque acá logre la continuidad que buscaba”.

Tucumano desde la cuna, del Lobo y fan de Oreja

Máximo Soria nació en San Miguel de Tucumán hace 33 años. De padres catamarqueños, no tuvo una “herencia” futbolística marcada, por lo que su fanatismo lo llevó a emprender el propio camino, que derivó en su amor incondicional por Gimnasia.

Seducido por las campañas del Lobo cuando era dirigido por Carlos Griguol, Máximo, quien en Tucumán siente un cariño especial por San Martín, profundizó su sentimiento por Gimnasia, aunque sus amistades “lo acusen de bicho raro”.

“No me llamaba la atención River y Boca. Al ver aquel equipo del Viejo comencé a engancharme y ahora soy muy fanático. Cuando voy a Buenos Aires, me hago una escapada a La Plata para ver al Lobo”, le comentó a diario Hoy.

Amigo y admirador de Facundo Oreja, no dudó en pasar por el hotel para compartir un momento con el lateral derecho, a quien conoce de su paso por San Martín: “Trabajaba en un banco y Oreja era cliente. Como en Tucumán me inclino por el Santo, se dio una relación que se potenció desde que es ídolo en Gimnasia”, cerró.

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