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VAR polémico: River dejó el alma, ganó en Brasil, pero quedó eliminado ante Palmeiras

Rojas y Borré convirtieron para el Millonario, que ganó 2 a 0, pero no le alcanzó. La tecnología intervino a favor del elenco brasileño en tres oportunidades.

Tal como había ocurrido en la Copa América de 2019, una vez más quedó demostrado que los equipos y la Selección Argentina deberán luchar contra viento y marea para volver a festejar cosas importantes en el plano internacional.

Ayer, como pocas veces se vio en la corta historia de la aplicación del VAR en la Copa Libertadores, el árbitro del partido retrocedió, dudó, estiró decisiones y dio marcha atrás en definiciones que habían favorecido inicialmente al equipo Millonario, que luego de perder 3 a 0 en el choque de ida había empezado a edificar otra proeza.

Contra lo que muchos pensaban, River corrió más, presionó mejor y acorraló al Palmeiras del principio al final.
En el primer tiempo le dio un gran susto al equipo brasileño, al que le anotó dos goles y se fue al descanso a un paso de empatar la llave.

En la parte final generó no menos de siete situaciones de gol, convirtió al arquero de Palmeiras en una de las figuras de la noche y empató con un tanto de Montiel, cobrado por el juez, y anulado tres minutos después por el pedido de los asistentes del VAR.

El juez del partido mantuvo un diálogo de un minuto con sus asistentes antes de ir a consultar y observar otra vez la jugada, que fue producto al esfuerzo y la arremetida de los jugadores Millonarios que buscaron de atropellada el empate.

Como quien le “busca el pelo al huevo” los asistentes y la tecnología encontraron un argumento para retroceder en la decisión y cambiar el rumbo de la llave en la Libertadores.
Entre una cosa y la otra, el encuentro estuvo demorado no menos de cinco minutos, justo en el mejor momento de River, con futbolistas realizando un enorme desgaste físico y psicológico.

Una vez que se reanudó el encuentro, Palmeiras encaró las acciones con más oxígeno, un tanto agrandado y volviendo a la carga para intentar marcar un gol.

La expulsión de Rojas complicó aún más las cosas para los jugadores de River, que amparados en la experiencia y el verticalismo de Nacho Fernández y Enzo Pérez (tal vez haya sido la última vez que jugaron juntos en una cancha con la misma camiseta), siguieron insistiendo hasta el final.

Santos Borré siempre estuvo inquieto en los últimos metros y pese a que el juez cobró un penal en los últimos bustos cuando el Millonario buscaba de manera incesante, otra vez el VAR anuló la jugada, casi de forma empecinada a que pueda clasificar el Palmeiras. Al igual que en la semifinal de la Copa América cuando Argentina cayó frente a Brasil en el mismo territorio brasileño.

Llamativamente, los jugadores de River no protestaron demasiado y el técnico Gallardo se fue de la cancha sin signos de haber sufrido el “robo del siglo deportivo” porque de la misma manera en la que se frenaron las decisiones cuando River marcó un gol o se sancionó un penal, no se detuvieron otras acciones tan o igual de polémicas, en el partido de ida o ayer en la revancha.

Con cinco atajadas notables, el portero Weverton selló la clasificación de Palmeiras hacia su quinta final de Libertadores, en la que buscará su segundo título (1999).

El rival del Verdao saldrá del choque que tendrán Santos y Boca Juniors el miércoles en Brasil. La ida terminó 0-0. La final se disputará el 30 de enero en el mítico Maracaná, en Rio de Janeiro.

Formaciones

Palmeiras: Weverton; Marcos Rocha, Luan, Gustavo Gómez, Viña; Danilo, Willian, Scarpa, Menino, Rony; y Luiz Adriano. 
DT: Abel Ferreira.

River: Franco Armani; Gonzalo Montiel, Robert Rojas, Javier Pinola, Fabrizio Angileri; Julián Álvarez, Ignacio Fernández, Enzo Pérez, Nicolás de la Cruz; Rafael Santos Borré y Matías Suárez. 
DT: Marcelo Gallardo.

Estadio: Allianz Arena.

Árbitro: Esteban Ostojich.

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