por Gabriel Pedrazzi
Vélez fue un justo ganador y el Lobo nunca le encontró la vuelta
La clasificación era una ilusión remota, pero el Lobo ya tiene que mirar los nuevos horizontes pensando en la segunda parte del año y en cómo se va a armar para un torneo que no será nada fácil.
El primer tiempo fue prolijo para los dos en el comienzo, pero tras un córner Vélez elaboró una buena jugada preparada que terminó con un golazo de Cristian Tarragona. A partir de allí, a Gimnasia se le hizo cuesta arriba y el Fortín apareció en su gran dimensión con un juego de muchos toques, utilizando el pelotazo como recurso, buscando el juego asociado, y con el segundo gol de Ricky Centurión llegó el golpe final.
Ahí el Lobo comenzó a desesperarse, a correr para todos lados y sin reacción ni la actitud adecuada, mientras que el visitante seguía a su ritmo respetando su juego y su velocidad. Así fue que ya en el final del primer tiempo liquidó el partido con el 3-0.
A pesar de que Gimnasia tal vez tenía una pequeña chance luego del entretiempo, nunca mostró la actitud para descontar rápido, no hubo cambios ni movimientos. Vélez respetó cómo tenía que jugar el encuentro y a la pelota, que es muy importante. El Tripero nunca supo encontrarle la vuelta al partido, fue ampliamente superado por un equipo perfecto al cual nunca le dio pelea en los 90 minutos.
Vélez fue un justo ganador, saliendo por abajo, respetando la zona media con pases acertados y una gran aceleración de tres cuartos para adelante con los atacantes que tenía. Cuando te pasas corriendo atrás de la pelota y a tu mejor jugador como Johan Carbonero te lo marcan entre dos o tres, se hace muy difícil.
Ahora Gimnasia deberá dar vuelta la página, organizarse y pensar en todo este tiempo que no habrá actividad. Tiene varias semanas, aunque no se puede dormir y tiene que tratar de buscar el mejor plan para llevar a cabo lo que quieren en el futuro, porque en el próximo campeonato se vuelve a pelear por el descenso y en cosas más complicadas.
La clasificación era una ilusión remota, pero el Lobo ya tiene que mirar los nuevos horizontes pensando en la segunda parte del año y en cómo se va a armar para un torneo que no será nada fácil.