Ya es héroe nacional

Javier Mascherano se ganó ese mote gracias a la extraordinaria Copa del Mundo que está disputando. Es el capitán sin cinta y quien entrega más de lo que tiene por sus compañeros

Javier Mascherano, nació un 8 de Junio de 1984. Con 30 años, un 9 de julio del 2014 se consolidó como el referente indiscutido del pueblo argentino y de la Selección albiceleste. 

Debutó con la camiseta albiceleste en el año 2003, sin haber jugado un solo partido en la primera división del fútbol argentino. Mascherano nació futbolísticamente con la camiseta Argentina, camiseta que nunca más se sacó y que defiendo con uñas y dientes… Incluso, hasta con el ano. ”Fue virtud mía, Robben me dio una posibilidad más. Me hace ganar un segundo más. Cuando él toca, pierde tiempo y yo lo gano. Me abrí el ano y por eso el dolor tras la jugada”, dice sin titubear con respecto a la salvada que valió como un gol, quitándole la única chance clara a Robben, de manera heróica.

Es que Masche, es el que metafórica y literalmente, se rompe el ano por el compañero. Mascherano es ese jugador que siente, piensa, ordena y acciona, antes que cualquiera. Mascherano es el líder del equipo. Messi lleva la cinta y es el jugador desequilibrante, pero el Jefecito (ya Jefe) es el verdadero capitán, referente y el motor de la Selección que hoy está en una final mundialista, después de 24 años. 

Si bien es el tercer campeonato del mundo que juega el volante, logró un reconocimiento de toda la opinión pública, futbolera o no. Hoy, Masche, es el verdadero héroe y jugador del pueblo argentino. 

Orden táctico, simpleza, ubicación, despliegue, carisma y sobre todo, ¡sacrificio! Es que Mascherano, es sinónimo de sacrificio. Corre por todos, ocupa espacios, releva compañeros y esas acciones las tiene incorporadas como si fuera un chip, que lleva dentro de su cuerpo. El Jefecito es gran responsable futbolístico de que Argentina haya vuelto a una final mundialista. 

Nadie puede dudar de su arraigo con la camiseta albiceleste. Más de 100 partidos, la gran mayoría como capitán y parte de una generación de jugadores que ganaron todo en juveniles, pero que tienen una cuenta pendiente en la Selección mayor. Se nota en sus descargas emocionales, partido tras partido. 

Mascherano no sólo responde en la cancha, también demuestra emoción tras los partidos que indican que esa espina está clavada hace tiempo y hoy está cerca de sacársela para siempre. 

Sin embargo, para la gente, Masche ya ganó. Fue su Mundial. Jugó como quisiera jugar un hincha. Falta un paso más, pero un resultado no lo cambiará.  Javier Mascherano, es el verdadero héroe nacional y lo demostró en todas las redes sociales luego del triunfo por penales ante Holanda. 

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