Ya le dicen el Caballero Rojo…
Figurita del Mundial el “16”, criado en Estudiantes, un lateral respaldado por Sabella y consagrado en Brasil
Desde su altura de 1,87, pero con una dimensión futbolera que tomará vuelo enorme luego de este Mundial, Marcos Rojo continúa viviendo días de gloria en el evento más visto por la humanidad. El muchacho del barrio platense “El Triunfo” regresó luego de la suspensión y demostró atributos una vez más a pedir del pueblo: entrega, buen pie e incluso algún lujo. Como ante Suiza, en la otra llave “mano a mano”, demostró que de lo nuestro es lo mejor.
En el segundo tiempo de un partido donde las papas quemaban, en el minuto 68 golpeó la cabeza con un holandés y, cual púgil que recibe un mazazo, se puso de pie de inmediato para seguir el reto. En el minuto 83, llegando al alargue, encontró otro recurso ofensivo, al mandar de zurda un “sablazo” -larga distancia- aprovechando que el campo estaba resbaladizo: la pelota se levantó vuelo hasta perderse por arriba ante el aplauso-retribución para ese guerrero de la camiseta “16”.
Marcos, que estrenó la pilcha sagrada de la Selección allá por febrero de 2011, frente a Portugal (precisamente el país donde hoy es futbolista de los albiverdes del Sporting Lisboa), contó en esta semifinal su partido nº 27 a nivel internacional. Cabe recordar que sólo se perdió el cotejo de Cuartos ante Bélgica.
Desde Diamante, Entre Ríos, la abuela de Marquitos
Vicenta Villalba lloró de emoción cuando Marcos Rojo le hizo el gol a Nigeria. Vive en Diamante y es la abuela materna del jugador, nacida en 1931. Al casarse con Faustino Arellano, se mudaron a La Plata en busca de un futuro. Él trabajaba de albañil, luego fue empleado municipal, y ella fue ama de casa durante 50 años. Hace veinticinco años enviudó, y entonces pegó la vuelta al pago para cuidar a su mamá. “El abuelo lo tiene que ayudar, así le pido todos los días: ‘ayudá a tu nieto’”, imploraba mirando al cielo, en una nota que le hizo una FM de ese lugar.
María Karina (la madre de Marcos) se quedó a vivir con ellos, incluso cuando se casó con Marcos “Titi” Rojo, un ex jugador amateur.
La última vez que lo vio personalmente, fue en noviembre pasado: “¡me abrazó tanto! Me hizo todos los mimos posibles”, recuerda la nana, como le dicen. “Ahora no viene porque tiene pocos días cada vez que cruza a la Argentina, y me dice que si viaja para acá y le gusta, se va a querer quedar”.
“Esta é a hora de Rojo”, titula diario portugués
“Este es el momento de Rojo”, tituló en estas horas uno de los periódicos deportivos más grandes de Portugal (“Récord”), tierra en donde hoy el joven Rojo desempeña su carrera profesional. Y continúa así: “saída do central argentino parece cada vez mais inevitáve” (traducido: la salida del central argentino parece cada vez más inevitable”).
Otro portal de Portugal da precisiones sobre el destino: Chelsea de Inglaterra, club en el que se retiró el veterano lateral Ashley Cole. En busca de reemplazo, este Mundial los interesó en el marcador lateral de la Albiceleste.
En aquel país, aseguran que convenció a José Mourinho, que solo tiene en esa posición a César Azpilicueta, y pretende reforzar el lateral zurdo. ¿Cuánto ofrecerán por el platense los ingleses? “15 millones de euros”.
Enzo: otro pincha de Portugal “en la mira”
Dos partidos, dos calificaciones altas, y todo el asombro de los hinchas argentinos por este Enzo Pérez que en nuestro fútbol ha vestido las camisetas de Godoy Cruz de Mendoza y de Estudiantes de La Plata (fue uno de los héroes de la noche de Belo Horizonte en 2009).
A los 28 años, el jugador del Benfica portugués, también es seguido por un club poderoso de la Premier League. El diario británico “Daily Star” informó que el Manchester United intentará contratar al mendocino, cuando en realidad ya tenía un pie en el Valencia de España.
Al parecer, Pérez ya estuvo en la agenda de los Red Devils el pasado verano, por lo que tras haber consultado al nuevo técnico, Louis Van Gaal, se ha decidido proceder a su contratación. La operación sería de 23,7 millones de libras (casi 30 millones de euros).
