Abuso, denuncias y nuevo escándalo en Hollywood
El director de X-Men, Bryan Singer, fue denunciado en la Justicia por la violación de un menor. Mientras tanto, la Academia pone a prueba un código de conducta para prevenir “toda forma de acoso y discriminación”, donde se prevé la expulsión de sus miembros
Por estas horas, Hollywood observa la rápida caída de otro de sus pesos pesados: Bryan Singer, el director de X-Men. Hace días había sido despedido por Fox debido a “conductas impropias” durante el rodaje de la película que dirigía sobre Freddy Mercury; y en las últimas horas fue demandado por abusar sexualmente de un menor de edad. El hecho ocurrió en 2003, pero recién ahora sale a la luz, cuando hasta los más poderosos de la industria del cine norteamericano deben dar respuestas.
La víctima, César Sánchez Guzmán, dijo que Singer lo violó en un yate, durante una fiesta sexual, cuando él tenía solo 17 años. Tras el episodio, el acusado le indicó al joven que era un conocido productor de Hollywood y que podría ayudarlo a entrar en la industria con papeles como actor, a cambio de no decir nada sobre lo ocurrido. Según la demanda presentada en un tribunal de Seattle, Estados Unidos, “(Singer) le dijo a César que nadie le creería si informaba sobre lo sucedido y que contrataría a gente capaz de arruinar su reputación”.
Sin embargo, el representante del realizador de X-Men aseguró que este “niega categóricamente las alegaciones y se defenderá vehementemente de esta demanda hasta el final”. Además, puso en duda la veracidad de la acusación, debido a que “Guzmán aparentemente no recordaba este supuesto incidente de 2003 hasta ahora”, desconociendo que actualmente existe un contexto favorable para las víctimas a la hora de realizar una denuncia contra los poderosos de la industria norteamericana.
Cabe destacar que en 2014, el famoso productor fue acusado por Michael Egan III también por violación cuando este era menor de edad, en 1999. Aquella denuncia detallaba la existencia de fiestas sexuales en Los Ángeles y el abuso de poder perpetrado por el productor para acallar a sus víctimas.
En este contexto, la Academia de cine ha aprobado un código de conducta para prevenir e intervenir ante situaciones donde “personas abusan de su poder de una manera que viola los estándares de decencia”. Según el texto, que prevé la sanción o expulsión de sus miembros en caso de transgresión de sus normas, la Academia “se opone categóricamente a cualquier forma de abuso, acoso o discriminación sobre la base del género, orientación sexual, raza, etnia, discapacidad, edad, religión o nacionalidad”.