entrevista

Alejandro Monteverde: “El cine argentino a mí me encanta”

Sonido de libertad presenta una problemática que atraviesa a todas las clases sociales y que es uno de los grandes flagelos de la actualidad.

El jueves llegará Sonido de libertad, película dirigida por Alejandro Monteverde y que destronó, en Estados Unidos, a la última Indiana Jones. El realizador estuvo por unas horas en Argentina para promocionar la propuesta, y con él hablamos.

—Sonido de libertad no quería ser exhibida por los cines en Estados Unidos, pero terminó siendo la número uno. ¿Qué te pasó cuando la película no encontraba distribución?

—Mira, esta película ha sido desde el principio un reto. Por ejemplo, hoy, viniendo aquí, vi que ya sobrepasamos a Indiana Jones, oficialmente, y a Misión Imposible. Esta fue una película de la que fue un reto recaudar el dinero, fue un reto escribirla, fue un reto distribuirla; estuvo guardada por años, yo la filmé en 2018. Es una película que no me levanté un día diciendo que iba a escribir una película sobre el tráfico de niños, no; en 2015 llegué a la casa y vi un reportaje que tocaba esta temática y me desgarró el alma, y dije tengo que hacer algo y empecé a escribir una ficción, no esta película. Llevaba tres meses escribiendo una ficción sobre el tráfico de niños y a los tres meses me presentan a Tim Ballard: un experto, agente federal, trabajaba en crímenes infantiles. Mi intención era aprender más sobre la temática, y cuando me cuenta su historia me doy cuenta de que su historia era mejor que mi ficción. Entonces ahí empieza la travesía: escribimos el guion, muy difícil recabar el dinero para hacerla, se recauda, muy difícil rodar la película porque era muy ambiciosa, tenemos no sé cuántas locaciones, seis días a la semana rodando, rodar con niños es muy difícil porque solamente pueden trabajar cuatro o cinco horas, entonces tienes los días limitados. Cuando terminamos la hicimos con Fox Internacional, y llega Disney y compra Fox, nos quedamos ahí, yo me fui a hacer otra película que sale el 8 de marzo, que es sobre la emigración italiana a América. Entonces yo pensé que la otra iba a salir primero y de repente pum pum pum, pasan ahí un par de carambolas y sale la película. Pues, mira, la película costó, no sé, entre 10 o 12 o 14 millones exactamente, porque a los directores nunca nos dicen cuánto vale la película, pero por ahí de que valía como 14. Y a mí, siempre siento que traigo 14. Yo sentí que me dieron 2. Y pensé con que hagamos unos 10, ya no estamos tan mal. Y de repente recaudamos en un día 14. Empezó la audiencia, el boca a boca, y yo quería crear un diálogo, para mí esa era la intención. Creo que era crear un diálogo social sobre esto. Los niños, yo digo que no tienen determinada nacionalidad. Yo creo que los niños deben ser la herencia a cuidar, igual que cuidamos en el momento cuando uno dice salvemos a las ballenas. No decimos salvemos a las ballenas mexicanas. No decimos eso. Salvemos a los niños, no a los niños de aquí o de allá. Para mí esta es una película muy importante para disfrutarse. Sigue siendo cine, es magia. Tú vas a ir, tú vas a ver una obra cinemática. No es un documental, tiene música, y aunque sea una temática fuerte, es una película para disfrutarse como cualquier cine, es una historia fuerte, pero vamos en un vehículo, no sale del cine todo, sale del cine inspirado, en un estado de reflexión.

Noticias Relacionadas