Andrea Rincón habló de su pasado de adicciones

“Me he despertado con hombres y mujeres preguntándome quién era esa persona que tenía al lado”, confesó la actriz en Podemos Hablar, el programa de Andy Kusnetzoff.

Andrea Rincón estuvo invitada junto a Sofía Gala, Paulo Vilouta, CAE y Agustín Rada Aristarán a PH: Podemos Hablar, el programa que Andy Kusnetzoff conduce los sábados en Telefe.

En el momento de las consignas con las que se debe dar un paso al frente, la actriz reveló en el punto de encuentro uno de los momentos más difíciles que le tocó travesar durante su adolescencia. La echaron de su casa y estuvo en situación de calle.

"En un momento me fueron de mi casa. Me quedé literalmente en la calle", empezó relatando la participante de Masterchef Argentina, que confesó que dormía en el banco de una plaza. "Me bañaba en la estación de servicio de enfrente e iba a la escuela", dijo la actriz en Podemos Hablar.

La actriz además dio detalles de los episodios más difíciles que le tocó vivir cuando luchaba contra el flagelo de la droga.

“La verdad es que yo no tengo una, tengo mil. Lo digo y no me causa gracia, me da mucha vergüenza”, comenzó diciendo antes de contar su anécdota. Y continuó: “Me ha pasado de levantarme y tener a una persona al lado. Me ha pasado con hombres y mujeres de despertarme, darme vuelta y preguntarme: ‘¿Quién es esta persona que está acá? ¿Cómo llegó?´' Que vengan y me digan: ’¡Hola!’. Y yo decir: ‘¿Qué pasó anoche?’”.

Enseguida, Andrea dio otro ejemplo de lo difíciles que eran esos tiempos. “Me acuerdo una de cuando vivía en una pieza de pensión. Y me despiertan en un boliche a las dos de la tarde, con gente limpiando. Me levanta el dueño y me dice: ‘Negra, levantate’”, comenzó relatando, al tiempo que señalaba que la historia era “terrible” y “espantosa”.

Y siguió: “Cuando me levanto no tenía teléfono, no tenía nada. Él me sube al auto y me lleva. Yo mirando por la ventanilla porque no quería ni siquiera mirar al tipo. Como yo no tenía la llave de mi pieza de pensión voy a la casa de una amiga. Teníamos una manera de entrar, así que entré y vi que no estaba. Cuando llega, le digo: ‘¿Qué pasó?’. Me dice: ’Negra, te buscamos por todos lados’. Se ve que yo quebré, me tiré en un sillón y no me encontró más nadie”.

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