Entrevista exclusiva

Andreas Fontana analiza la complicidad de la clase alta en la dictadura

Habló en exclusiva sobre Azor.

Azor, ópera prima del realizador suizo Andreas Fontana, analiza cómo la clase alta de Buenos Aires acompañó, con su silencio, el sangriento proceso de la dictadura cívico militar. Con él hablamos para saber más detalles de la película.

—¿Cómo surgió la idea de la película y de rodarla en Argentina?

—Estuve viviendo en Argentina entre 2007 y 2008, y volviendo cada año a Buenos Aires, teniendo cierta intimidad con la ciudad y su gente. Mi abuelo era banquero privado y comencé una investigación a partir de encontrar un diario de viaje de él. Mi abuelo era parte de la alta sociedad y viajar a otra parte del mundo no era nada descabellado y hacer ese cuaderno, sin interés, mundano, de viaje, en ese ámbito. No cuenta nada del momento en el que viaja, que es 1980; esa ausencia, que no es casual, me pareció fuerte y empecé a desarrollar el fuera de campo del cuaderno, en una ficción.

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