Anoche La Plata se detuvo para escuchar a Calamaro

El Hipódromo vibró con Andrés Calamaro en una noche histórica, marcada por clásicos, sorpresas y un público fervoroso.

La Plata vivió anoche una de sus veladas más significativas de los últimos años. En el marco del ciclo Noches Capitales, el gran Hipódromo de La Plata se convirtió en escenario de un reencuentro multitudinario entre Andrés Calamaro y un público que lo esperaba con una devoción sostenida por décadas. Bajo un cielo despejado y con una convocatoria imponente, la ciudad recibió al artista con la intensidad de un acontecimiento cultural más que con la expectativa típica de un concierto.

El ‘’Salmón” llegó a la capital bonaerense en plena etapa de su Agenda 2025 Tour, una gira que ya recorrió Latinoamérica y Europa y que sostiene el sello distintivo de su obra en vivo: un repertorio en constante mutación. Respaldado por su banda habitual —German Wiedemer, Julián Kanevsky, Mariano Domínguez, Andrés Litwin y Brian Figueroa, junto a los vientos de Andrés Ollari y Pablo Fortuna— Calamaro desplegó un show sólido, eléctrico y lleno de momentos inesperados, reafirmando su vigencia artística sin necesidad de artificios.

El Hipódromo, preparado especialmente para las grandes citas de Noches Capitales, acompañó con una acústica precisa y una puesta que permitió que cada matiz del concierto se sintiera de cerca. Desde las primeras notas, quedó claro que la noche sería especial: un público transversal, desde seguidores históricos hasta nuevas generaciones, cantó de principio a fin himnos como Flaca, Sin Documentos, Media Verónica, Los Chicos, Estadio Azteca y Para No Olvidar, celebrando cada canción como parte del ADN musical argentino.

Más allá de los clásicos, Calamaro volvió a mostrar su costumbre de mover el repertorio, recuperar temas menos frecuentes, jugar con versiones y dejar espacio para la improvisación. Esa apuesta, que forma parte de su identidad artística y que lo distingue dentro del rock en español, generó una dinámica viva entre el escenario y la audiencia, sostenida por una entrega emocional que atravesó todo el Hipódromo.

A esa estructura ya poderosa, la noche sumó momentos inesperados que terminaron de consagrarla. Santi Motorizado, referente indiscutido del sonido platense, subió al escenario para interpretar junto a Calamaro una versión celebrada de “Cuando no estás”, lo que agregó emotividad a la noche. Luego, Juanchi Baleirón, cantante de Los Pericos, aportó su impronta inconfundible en “A los ojos” y volvió para compartir el cierre explosivo de “Los Chicos”, que desató un final colectivo a pura energía.

Como si la noche necesitara otro gesto simbólico, Manuel Moretti, voz de Estelares, se sumó a Calamaro para cantar “Estadio Azteca”, en una unión que combinó respeto, historia y una emoción que atravesó a todo el Hipódromo. El público respondió con una ovación que confirmó que esas colaboraciones no fueron un detalle, sino parte central de la mística de la jornada.

El cierre vuelve a dejar la misma sensación detrás de cada show de Noches Capitales: La Plata asistió a un concierto que, por calidad, emoción y contexto, quedará entre los grandes hitos del ciclo. Andrés Calamaro volvió a la ciudad y la ciudad respondió. 

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