Entrevista Exclusiva
“Creemos que deben existir menos batallas y más aceptación del otro”
En diálogo con Hoy, Los Piringundines se expresaron sobre las luchas de género en la escena musical. Además presentaron el nuevo material en su haber, constituido por creaciones propias y reversiones de clásicos.
Como una suerte de reivindicación a la cultura popular, un grupo de amigos conformado por Marne (voz y guitarra), Hernán Genovese (guitarra), Ignacio Arispe (bajo), Rodrigo Soler (teclado y coros), Santiago Benítez (batería y coros), Willy Díaz (percusión), Matías Paolantonio (saxofón), Diego Álvarez Tommasi (trompeta y coros) y Eduardo Jover decidieron fundar un proyecto musical que se identificaría con el nombre Los Piringundines y cuyas canciones oscilarían entre diferentes géneros o estilos, tales como reggae, funk, y música popular rioplatense.
Una vez que las composiciones estuvieron ensayadas y listas, los músicos decidieron salir a mostrar su arte. Así recorrieron todo el país, presentándose en clubes, salas, espacios culturales y bares.
Durante una charla intima con este multimedio, precisaron los detalles de Punta terraza, el álbum reciente que fue lanzado y aúna canciones propias con otras reversiones especiales, en homenaje a clásicos que permanecen en el imaginario colectivo.
—En estos momentos de nuevas modalidades y actividades puertas adentro, lanzaron un nuevo material. Además, ¿en qué otros proyectos están inmersos?
—Este año sacamos un nuevo trabajo discográfico titulado Punta terraza, que cuenta con once temas; nueve de ellos son propios, mientras que a su vez agregamos dos covers. Estos últimos son No te animás a despegar de Charly García y Caminito serrano por Los Destellos. Además pudimos invitar a Cabra, el cantante de Las manos de Filippi. Asimismo, realizamos una grabación de una sesión en vivo con un teatro como locación, que puede disfrutarse a través de nuestro canal de Youtube. Además estamos inmersos en un disco de colaboraciones que se titulará Mundo Piringundines, que recrea un ciclo que hicimos unos años atrás en un bar y siempre hubo diversos invitados.
—¿Qué sensaciones les genera esta realidad inusual? ¿Y cómo se abocan al arte? ¿Debieron replantear las formas de producción y difusión de su obra?
—Asistimos a un momento muy extraño, de separación física, donde está la imposibilidad de vernos, de tocarnos, de compartir abrazos. En este caso, se plantea un desafío doble: está la supervivencia del arte a través de la investigación de las formas de consumo y difusión que compensen las que están momentáneamente suspendidas; por otra parte, los artistas deben sobrevivir. Así que ambas aristas son desafíos muy jodidos.
—Y continuando la línea del contexto, ¿de qué manera intentan sobrevivir en relación a la situación? ¿Cuáles son las claves para permanecer en boga?
—La nuestra es el hacer. Es decir, seguimos sacando discos, hacemos canciones, las disfrutamos como las personas que disfrutan un espectáculo de magia sin preguntarse demasiado por el truco para así no arruinarlo. Lo lindo del oficio es la música, y su ejercicio. Después considero que no hemos estado en boga, creo que no.
—Desde la fundación del proyecto artístico, ¿qué podés contar sobre la trayectoria realizada?
—Hasta el momento hemos cosechado cuatro discos, hemos trabajado canciones de forma autogestiva pero también junto a productores que nos parecieron interesantes, como sucedió al conocer a Matías Chávez Méndez. Por otro lado, tocamos en bares, centros culturales, espacios de la ciudad y de otras provincias. En la actualidad no tenemos muchos videos pero estamos inmersos en producir más. Por otra parte, considero que el concepto de trayectoria implica recordar cosas que no recuerdo, como la noche con su maravillas y espantos.
—En tiempos de empoderamiento, cambios, y nuevas conquistas dentro de la sociedad contemporánea, ¿de qué manera adhieren a esa búsqueda de igualdad?
—Lo importante es respetarse y escuchar, tal como sucede en la música. Creemos que deben existir menos batallas y más aceptación del otro.