Diego Armando Maradona: una vida de grandes amores
Entre gambetas logró brillar en la cancha y llevó a varios equipos a la cima. Fuera de los estadios, su vida personal estuvo marcada por los excesos, las infidelidades, hijos no reconocidos y peleas tanto judiciales como mediáticas.
Diego Armando Maradona vio por primera vez a Claudia Villafañe a los 17 años. Los testigos de aquel encuentro aseguran que el flechazo fue inmediato. “Es la mujer de mi vida”, cuentan que dijo él. Y ella, deslumbrada por el futbolista en ascenso, no dudó en dejar todo para acompañarlo.
Corría el año 87 cuando el mismo Diego de las gambetas y del gol de la mano de Dios esperaba la llegada de Dalma, su primera hija, y Claudia se enteró por televisión de que Maradona se había convertido en padre de Diego junior, junto a la italiana Cristiana Sinagra. Aunque Diego negó esa paternidad, la Justicia lo obligó a darle su apellido al niño. Pero tanto lo negó, que la pareja siguió adelante con el proyecto de familia y, a los dos años, nació su segunda hija: Gianinna.
El 7 de noviembre de 1989, en pleno esplendor profesional, se celebró la boda del año. Primero pasaron por el Registro Civil y después de que el juez de Paz los declarara marido y mujer, pasaron por la Basílica del Santísimo Sacramento. Él ingresó a la Iglesia con su madre, doña Tota. Minutos más tarde, ella hizo lo propio acompañada por su padre, Coco. Todo era impoluto, casi de película. Ella lucía un vestido bordado en perlas, mostacillas y canutillos, que había requerido de treinta metros de organza comprada en Ginebra, ocho de encaje chantilly de Lyon, treinta metros de satén adquiridos en Italia.
El diseño era de Elsa Serrano, habían trabajado cuatro costureras y costó 30.000 dólares. En el cabello llevaba una tiara de diamantes y perlas engarzadas en oro blanco.
Hubo una fiesta majestuosa en el Estadio Luna Par, a la que asistieron las personalidades más destacadas del país, desde Susana Giménez hasta Carlín Calvo, Fito Páez, Sergio Denis, Hugo Sofovich y Mauricio Macri. Incluso, Diego llegó a pagar medio millón de dólares por el alquiler de un avión privado que trasladó a 250 personas que viajaron desde Italia para asistir a la fiesta, entre los que se destacaron el presidente del Napoli, Corrado Ferlaino, el presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Antonio Matarrese y varios colegas y futbolistas, como Claudio Paul Caniggia acompañado de Mariana Nannis.
Pero la burbuja se pinchó siete años después con la llegada de Jana, la cuarta hija de Maradona, quien nació como fruto de la relación del jugador con Valeria Sabalain, una joven a quien había conocido en un restaurante en el que ella trabajaba de mesera.
Por segunda vez el futbolista negó su paternidad, y una vez más la Justicia se encargó de darle el apellido a la niña, a la que él recién aceptó después de dieciocho años, cuando ella quiso conocerlo.
Entre excesos y noches eternas, Diego siempre volvía al hogar con Claudia, hasta que un día ya no más. Según contó Villafañe en el pedido de divorcio que presentó formalmente en 2003, Diego había hecho “abandono de hogar” desde el mes de julio de 1998.
Entonces el futbolista pasó algún tiempo solo. Puede comprenderse que tuvo amoríos fugaces, pero nada que ameritara un blanqueo de relación, hasta que en agosto de 2007 llegó la confirmación del romance con Verónica Ojeda, con quien estuvo por casi cinco años, hasta que en el 2012 ella anunció su embarazo de Dieguito Fernando y él declaró su relación con Rocío Oliva.
Así de intenso como era para los enamoramientos era para las peleas. Y uno de los cruces judiciales más fuertes los tuvo con Claudia: pasó de asegurar que “sin ella se moría” a tildarla de “ladrona”.
Sin embargo, cinco fueron los hijos reconocidos. Y es que el año pasado Matías Morla, el abogado y mano derecha del futbolista, dejó deslizar que Diego tendría más herederos en Cuba, país en el que realizó un tratamiento de recuperación por sus adicciones y en donde se habría enamorado. Según trascendió, serían dos mujeres, Joana y Lu, y dos varones, Javielito y Harold, que todavía no estaría confirmado. Y entonces, también se conoció la historia de Santiago, un joven platense que asegura ser hijo de Maradona, ya que su mamá, Natalia Garat, quien falleció cuando él tenía apenas 3 años, habría mantenido una relación con Diego en 2001. Y por último se suma a la lista Magalí, que fue adoptada de chiquita y se reencontró con su madre biológica el año pasado, quien le confesó que en 1995 había mantenido un affaire con Maradona, producto del cual había quedado embarazada.
El futbolista que también fue música y canción
Diego Armando Maradona fue fútbol, pero también fue canción. Sus hazañas se convirtieron en una fuente de inspiración para los cantautores más reconocidos y quedaron plasmadas en los temas más populares.
Nacido en un barrio humilde, creció a pasos agigantados hasta la gloria mundial. La canción que mejor describe al astro es La mano de Dios. Escrita por Alejandro Romero e interpretada por Rodrigo “El Potro” Bueno, narra detalladamente su historia de vida. Como un majestuoso regalo, el cuartetero se la dedicó en vivo en un encuentro ocurrido durante la estadía de Diego en Cuba.
Asimismo, la conversión en mito nacional e internacional es plasmada en las estrofas de Maradó, una poesía popular donde Los Piojos narran el malestar popular tras la guerra de Malvinas y cómo el gol contra Inglaterra llenó de gloria y revancha a un país que estaba triste, gris y en estado de sollozo permanente.
Entre encuentros y ensayos, Los ratones paranoicos con Juanse como líder dieron entidad a Para siempre, Diego, una obra que reza “con su corazón nos dio el triunfo y la gloria” que resignifican, a pesar de todo lo otro, su magia y victorias.
Por su parte, Manu Chao le dedicó La vida tómbola. Si bien la canción sonó alrededor de todo el mundo durante un sinfín de meses, fue mucho después que el cantante se instalaría para llevar a cabo un videoclip que contaría con la exclusiva participación del deportista fallecido en las últimas horas. En el material audiovisual se visibiliza el encuentro entre el intérprete y el por aquel entonces DT de la Selección charlando, además de otras escenas de juegos y partidos. Por último, se suman ciertas postales de Buenos Aires.
Y hasta el mismísimo Joaquín Sabina le dedicó Dieguitos y Mafaldas. “De González Catán, en colectivo, a la cancha de Boca, por Laguna va soñando, hoy ganamos el partido”, dice la letra.
Los famosos lloran la partida del Diez
Tras el shock y la sensación de no poder entender que la noticia fuera real, fueron muchos los famosos que se manifestaron en redes y lo despidieron.
Susana Giménez compartió una foto con él en su programa y escribió: “El mundo llora tu partida. (...) Te encontrarás con tus seres queridos y por fin tendrás paz”. Por su parte, Mirtha Legrand escribió: “Adiós Diego, ¡descansá en paz! Gracias por tantas alegrías. Un afectuoso saludos a sus hijas y familia”. Y Moria Casán compartió una foto de él con la camiseta de la Selección y lo despidió: “Creí que Diego era inmortal. ¡Qué triste! Mi pésame a su familia, a mi país y a los incondicionales que estuvieron a su lado”.