entrevista
Diego Lerman: “Es la historia de un hombre que va perdiendo la cordura”
Tras estar algunas semanas en cines, desembarca en el universo online este maravilloso relato inspirado por el cronista más recordado de la televisión argentina.
El hombre que amaba los platos voladores, es la nueva película de Diego Lerman, un relato protagonizado por Leonardo Sbaraglia e inspirado en la vida de José De Zer, el mítico movilero de Nuevediario en los años ochenta, que supo hacer de la fake news un relato que disparaba los ratings. Hablamos con Lerman sobre la película y sus extraterrestres favoritos.
—¿Cuál es tu extraterrestre de ficción favorito?
—A mí, siguiendo con Steven Spielberg, me gusta más Encuentros cercanos de tercer tipo. Es una película. Una señora película. E.T. también. A E.T. me encanta, pero... En Encuentros cercanos de tercer tipo, me encanta que no hay nada hasta la media hora, no entendés ni quién es el protagonista. Bueno, está Truffaut, no sé, tiene ahí varias aristas. Pero E.T. me encantó, sí, la vi a los seis años y era un peliculón. ¿Sabés cuál me encantó? V Invasión Extraterrestre. Gran, gran serie de su momento. Diana.
—Contame un poco cómo fue viajar al universo de José De Zer y Nuevediario y la fake news. Digo, desde hoy lo leemos desde otro lugar, ¿no? Pero en ese momento que era tan vívido y tan real lo que hacían…
—Para mí tenía muchas aristas el personaje y desde ahí también lo escribí o lo pensé. Por un lado, esto del origen de la fake news en un lugar muy arqueológico y casi inocente, en búsqueda del rating, del engaño como fenómeno y como búsqueda de cautivar a un país. Y a la vez cómo un creador de ficción que tiene que ver con lo que yo hago, o hacemos los cineastas, imaginar una puesta en escena, enterrar un objeto para desenterrarlo en cámara, mover mucho la cámara, la respiración para generar verdad. Entonces hay mucho de juego también. Y algo más profundo tiene que ver con la historia de un hombre, que es lo que tomamos, que va perdiendo la cordura, que va mezclando ficción con realidad, que tiene una enfermedad psíquica, que va entrando en unas zonas un poco más... Y la película también lo hace, va fundiendo esos planos más reales para tomar un punto de vista y ese punto de vista que vaya mezclando realidad con ficción. Entonces un poco esa era la premisa, el concepto. Y bueno, trabajamos con un elenco de actores con mucha experiencia. Leo ni hablar, pero digo, Daniel Araoz, Mónica Ayos, etc. Y también con gente que nunca había hecho cine, de un pueblo en medio de la montaña, en San Luis, un pueblito, La Carolina, de 150 habitantes, y la propuesta era que participen. Entonces tenía muchas cuestiones diferentes el proyecto, los efectos especiales, muchos desafiantes y a la vez muy disfrutables, muy lúdico, un proyecto hermoso para hacer, con mucha luz, con mucha energía grupal, nos divertíamos mucho también haciéndola.