Diego Lerman: “Hay un Estado paralelo, entre la educación y la marginalidad”

Tras presentar en San Sebastián y Toronto la propuesta, finalmente llega a las salas nacionales este filme con la educación como eje

Este jueves llega a los cines El suplente, de Diego Lerman, protagonizada por Juan Mi­nujín, Renata Lerman, Bárbara Lennie, María Merlino y Alfredo Castro, además de actores no profesionales. Hablamos con Lerman para saber más detalles de esta película que viene de recorrer varios festivales.

—¿Cómo fue el proceso de escritura del guion?

—El proyecto arrancó hace mucho tiempo, te diría como cinco años, no fue muy diferente a otros guiones o películas que hice. Lo que sí, partió de una propuesta de Juan Vera, de trabajar un relato sobre un profesor en el conurbano bonaerense. Primero fue un trabajo con él, delineando la historia, después otra más en solitario, después se sumó María Meira, hubo un trabajo de investigación, que Juan ya tenía, hicimos otra versión con María, otra con María Eugenia Castagnino, y a lo largo de los años fueron saliendo versiones. Después hubo otras versiones que hice con Luciana de Mello, dos, y después volvió María, yo en otra y al final yo buscaba cómo abordar este mundo, un recorte, porque es muy amplio, trabajando además en el personaje, que el policial se metiera en el aula, el lugar del narco, que apareció por varias entrevistas, porque en este tipo de escuelas hay un Estado paralelo, entre la educación y la marginalidad. Era muy amplio todo e intentábamos encontrar un recorte y una manera, además de introducir elementos personales que me interesaban.

—Hay elementos muy “personales” involucrados, María, Renata...

—Sí, que terminó haciendo el papel de la hija, con cosas que obviamente estaban inspiradas en ella, en nuestra relación; también María, se leen poemas de mi hermana, tengo un tío abuelo poeta, Juan Gelman, está también, hay escenas inspiradas en profesores que tuve, uno de literatura, que fue muy importante.

—¿Renata quiere seguir con la actuación?

—La verdad que hay que preguntarle a ella, ella hizo casting, le empezó a ir muy bien, y cuando quedó fue hermoso, porque hay algo que ella tiene es que es muy intuitiva y entendía mucho de lo que pasaba en el set, por acompañarme a rodajes, o ver a la madre en el teatro. Fue una propuesta más de ella que mía y cuando vi que funcionaba y empezamos a trabajar fue hermoso, porque hubo mucha complicidad en el set, y de hecho hay escenas en las que le pedía que hiciera algo sin que los demás sepan. Había mucho de juego, lo disfrutó ella, yo, así que ojalá siga.

—¿Qué te atrajo del tema profesor y la educación?

—Yo he dado y doy clases, y es un rol a veces invisible, a pesar que socialmente es importante, en la relación maestro-alumno, muy formativa, y había algo interesante ahí que me cautivó mucho, proviniendo además de mundos diferentes, en donde deben cumplir otros roles, buscar alumnos para que no abandonen, colectas. Eso no está asociado al rol docente, que muchas veces es de contención y por eso son muy respetados, es complejo el entramado.

—¿Expectativas con el estreno? ¿Qué te gustaría que pase?

—Esta tiene dos plus, uno es que la hicimos en pandemia, y pensé que ya no íbamos a filmar más, más porque acá hay mucha gente y pensé que no se iba a hacer nunca, y cuando se confirmó fue volver, porque en pandemia escribí mucho, me conecté, como muchos, con la escritura, y el volver a rodar fue de un gran disfrute, de reencontrarme con dirigir, que pensé que tal vez no lo iba a volver a hacer. Después es una película muy gratificante, sobre cómo la hicimos, con amigos, y con alegría del reencuentro en un proyecto que no se iba a hacer nunca. Y con respecto al estreno, contento por que llegue a las salas y su recorrido por los festivales.

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